IMPRODUCTIVO. Durante el fin de semana nos contaban que una de las comisiones más improductivas del Poder Legislativo, por no decir que están nadando de a muertito, es justamente la Comisión de Administración y Procuración de Justicia, pues nos refieren que es una de las que más iniciativas ha recibido pero, ¿qué cree? nomás no termina por dictaminar ni una sola para treparla al pleno. Dicho sea de paso: el muchachito que dejaron al frente de la oficina de Servicios Parlamentarios prácticamente le pide permiso al exalcalde sanjuanense para remitir las iniciativas además de solicitarle “orientación” para saber a cuál comisión turnar las propuestas. Habrase visto semejante imberbe. Por citar un ejemplo: la reforma al poder judicial, que entró la semana anterior, la alargarán unos 7 días más para, luego, turnarla a la Comisión de Administración en donde, nunca de los nuncas, la dictaminarán. Viene una nueva guerra política.
ANQUILOSADO. De veras que no se entiende, no se comprende, no se alcanza a vislumbrar el modo en que cavilan quienes siguen empleando discursos políticos que rechazan los matrimonios entre personas del mismo sexo, cuando ese es un asunto sobre el que ya hay una legislación en la que simple y llanamente no hay punto de retorno. Ahora que una diputada local anunció próximas nupcias, ¿qué dirá el dirigente de cierto partido que, casualmente, emplea dicha narrativa de cerrazón a algo que ya no está a discusión? Renovarse o morir.
AQUÍ NO PASÓ NADA. Que luego de que tundieron a Alberto Nava, alcalde de Pedro Escobedo, por los casi 100 mil varos que supuestamente se iba a embolsar al mes, aquellos que soltaron la nota nomás escondieron la mano para no quedar exhibidos con lo de no saber diferenciar entre salario bruto y salario neto. Los que generaron el revuelo se quedaron en lo bruto, digo, o sea, con el salario sin hacer las deducciones y escupieron al cielo sin considerar que el asunto tocaría también a alcaldes de otras colorimetrías, entre ellas, la azul. Y colorín colorado éste cuento se ha acabado.
FUEGO AMIGO. Astrid Ortega, presidenta de Cadereyta y una de las kamikazes de Gilberto Herrera, ahora plantea un plebiscito para saber si la gente de Vizarrón realmente quiere ésta delegación se convierta en municipio o no. Esta “iniciativa” de la exservidora de la nación echa por la borda el esfuerzo que la asociación civil “Vizarrón Libre”, encabezada por el abogado Javier Sandoval, ha venido haciendo desde hace años. Se han movilizado, se han reunido con legisladores, han dado ruedas de prensa, entre otras cosas, para que de buenas a primeras la señora Presidenta les pisotee toda la chamba. Desde otro enfoque, el asunto pone de relieve un conflicto interno entre el grupo de Gilberto Herrera Ruiz con diputados locales como Ulises Gómez de la Rosa, quien ya expresó su rechazo a las posturas radicales. La referencia es obvia. Hasta entre imbañables hay quienes huelen más gacho que otros.
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