Reportaron las autoridades que el pasado domingo la delincuencia asesinó a 112 personas, con ello suman 119 mil 132 homicidios en lo que va de la administración de la transformación.
AMLO prometió bajar la incidencia delictiva y no cumplió. Ha rebasado y en mucho los tiempos de la “guerra” de Felipe Calderón y la administración de Peña Nieto.
El presidente de la República presume, sin embargo, que diariamente se reúne con su “gabinete de seguridad” para implementar las estrategias del combate a la delincuencia. Seguramente son ineptos como la Secretaria de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, quien en su vida laboró en el área de seguridad. La costosa ineptitud.
Las pruebas del desastre en seguridad pública desmienten que el “gabinete de seguridad” trabaje para alcanzar su fin: que sería mejorar la seguridad pública de los mexicanos.
Los mexicanos cansados de la política pública de “abrazos y no balazos” para protección de la delincuencia. Casi 120 mil asesinatos en 3 años 5 meses de gobierno.
Las autoridades también informan que hay 99 mil mexicanas y mexicanos desaparecidos en territorio mexicano. Muchos de ellos seguramente ya fallecidos.
Mientras la delincuencia asesinaba a 112 mexicanos, AMLO se paseaba por el sur de México, supervisando 2 de sus obras insignes. Haciendo política perversa, lo único que sabe hacer.
En Tabasco atizó a la violencia, amenazando con dar “palizas” a la oposición en las elecciones del 2024. Ejemplo semántico de la violencia, por eso los delincuentes actúan bajo el manto de la impunidad. Según AMLO será un “nuevo revés” a los conservadores la nueva refinería que agotó los 9 mil millones de dólares y va por más dinero.
¿Y las energías limpias? Mientras el mundo se convulsiona por el uso de combustibles fósiles a razón de la invasión de Rusia a Ucrania (la advertencia es inequívoca), López impulsa el uso y abuso de esos combustibles, despreciando las nuevas tecnologías de energías limpias ¿Recuerda el ridículo del apoyo de Trump a López para respaldar a México con 100 mil barriles de petróleo diarios, dado que nuestro país no podía extraer más combustible fósil? AMLO apuesta al olvido de sus torpezas y muchos mexicanos lo acetan sin mediar palabra de por medio.
En la “supervisión” de los trabajos de las obras de las vías del tren Maya, resaltó el incumplimiento a las normas ambientales ¡No tiene los permisos de impacto ambiental autorizados!
El cinismo de la Secretaria del Medio Ambiente y Recursos Ambientales, María Luisa Albores. Otra subordinada inepta en la materia que funge en calidad de florero.
Albores se justificó argumentando que se apoyó en el decreto administrativo que fuera declarado inconstitucional para otorgar los permisos, por medio del cual AMLO pretendió violar todas las leyes (y lo está haciendo) para que ninguna autoridad municipal, estatal o federal se entrometiera en sus obras. Bastó un “permiso “provisional” para echar andar la destrucción del área selvática. Un decreto administrativo no puede estar sobre ninguna ley. Por esa razón renunció Víctor Manuel Toledo Manzur, no se prestó a los abusos del presidente López.
El autoritarismo de AMLO no podía faltar. Retóricamente amenazó a los jueces de distrito que han otorgado amparos a particulares para que resuelvan pronto y no interrumpan sus obras ¿Qué autoridad representa el presidente en el Poder Judicial? Ninguna. Solo el autoritarismo y la violencia son el sustento de sus arbitrariedades. Ante la ineptitud de sus subordinados, no le quedó más remedio que acudir, por segunda ocasión, a la expropiación; la primera fue en la ruta que ya no será ruta, debido al cambio de planes en el trazo ¿Qué será de esas expropiaciones? ¡El fracaso!
López Obrador, también prefiere hablar de la Cumbre de la Américas que próximamente se llevará cabo, criticando a los EUA por no invitar a Nicaragua ni a Cuba. O distraer a los mexicanos abordando otros temas en su conferencia aburridora; esta vez fue el tema de una compañía norteamericana de nombre Vulcan, por extraer materiales en Playa del Carmen, Quintana Roo.
López Obrador, el supervisor de obras que abandona la gobernanza para conflictuarse con empresarios. Otro asunto que no es de su competencia. Mientras el país se cae a pedazos por su nefasta displicencia para gobernar.
Y va por la destrucción del sistema educativo de las y los niños mexicanos, para crear generaciones de estudiantes cuya característica será la incapacidad e ineptitud ¿Para qué exámenes, para qué estudiar? Eso es cosa de aspiracionistas y del neoliberalismo.
Así de crítica la situación en México. Irresponsabilidad del gobierno de la deformación de la 4T.
Héctor Parra Rodríguez