TREN Y CIUDADANÍA. Cuando se dio a conocer el proyecto del tren México–Querétaro, buena parte de la ciudadanía y de la clase política en la capital de Conín pensó que se trataba, otra vez, de una engañifa del gobierno federal. Ya había ocurrido hace 11 años con el tren rápido de Enrique Peña Nieto, y antes, en los años 90, con otro intento que simplemente no llegó a nada.
Hoy, sin embargo, todo indica que esta vez va en serio: los trabajos han iniciado con un plan de obra que contempla 12 frentes de construcción. El punto más complejo será aquel que se desarrollará en plena “jungla de concreto”. Pero hay un detalle que lo condiciona todo: la información. Vecinos de colonias aledañas al parque Alcanfores, al bulevar Bernardo Quintana, a la zona de Hércules, entre otros polígonos, se preguntan si perderán sus casas, si sus únicas áreas verdes desaparecerán, si se verá afectada la relativa buena movilidad de la que hoy gozan, si la vibración del tren dañará su patrimonio. Son muchas las dudas y pocas —o nulas— las respuestas por parte del gobierno federal.
Citas a las que los funcionarios federales no acuden, oficinas en las que a los ciudadanos prácticamente los “batean”. La incertidumbre se mantiene, el temor crece y, frente a ello, queda sólo una salida: la protesta pública, el último recurso democrático del ciudadano para hacerse escuchar.
¿Y el “Enlace”? Bien, con buena salud, gracias por preguntar.
Pero ayer, 18 de noviembre, se dio un paso importante: los gobiernos estatal y capitalino tendieron puentes con el creciente grupo de ciudadanos preocupados por el futuro de su entorno. En el encuentro, realizado en un edificio del andador 5 de Mayo, representantes de colonias como La Era, Centro Histórico, San Javier y otras encontraron, por fin, los oídos que hasta ahora se les habían negado. Ahí acordaron colaborar para que ese gran proyecto se desarrolle, sí, pero de la mejor manera posible. Confían en sus gobiernos locales y en que éstos sabrán responder con la gestión de la información que hasta hoy, por descuido o por decisión, se les ha negado. En los próximos días podrían venir noticias positivas a favor de una ciudadanía activa y de unos gobiernos realmente comprometidos con sus intereses. Veremos.
EDENAZO. Que luego del calambre que recibió el cantante Edén Muñoz por andarle jugando al chingón en el municipio de Querétaro, finalmente terminó por recapacitar y aguantarse las ganas de cantar sus letras prohibidas en el Palenque de la Feria Ganadera. Todo salió a pedir de boca y no hubo mayor escándalo. Los piquetillos de costillas sí sirven.



