Este sábado 27, en la Ciudad de México, autoridades del gobierno de Sheimabaum, difundirán el supuesto “fraude electoral” del 2006, cometido en contra de AMLO, en vísperas del inicio del cuarto año de gobierno del presidente López; después del tremendo golpe electoral que sufriera el movimiento encabezado por el mismo Andrés López, al perder más del 50% del “bastión” izquierdista en México, en las pasadas elecciones.
Sin lugar a dudas aun sienten el dolor de los estertores de la derrota. Pero, tratando de fallecer arreciarán la campaña mediática a través del marketing político de la publicidad. Reiterar, hacer creer a las nuevas generaciones que AMLO fue una víctima del sistema y del INE. Por ello la difusión de un “documental” elaborado hace varios años por Luis Mandoki, quien ha laborado con López hace muchos años. Otro de sus fracasados “publicistas”.
Ninguna relación existe entre el comienzo del cuarto año de gobierno de AMLO y su derrota electoral del 2006, frente a Felipe Calderón. Se menciona que el “documental” también abordará las elecciones del 2012, otra elección perdida por el hoy presidente López. La desesperación los lleva a promover más mentiras y continuar la campaña a la “presidencia” de López. El obsesionando con y por el poder.
En vísperas de que pueda (aun no es seguro) dar comienzo la “campaña de AMLO por la Presidencia de la República” (parece un contrasentido, pero no lo es), por medio de su “ratificación” y no de su “revocación de mandato”, las instituciones federales y amloistas promueven la descalificación del INE, por si llega a perder el proceso de “REVOCACIÓN DE MANDATO”.
¿Quién no recuerda las elecciones del 2006? ¡AMLO perdió!
Y, como medida de presión y cohecho, inició una movilización que causó destrozos y daños al patrimonio de miles de personas, principalmente en el entonces Distrito Federal, sobre todo con la toma y bloqueo por meses de la Avenida Reforma en ambos sentidos. Nada le importó al belicoso incendiario del presidente López. Incluso tomó protesta como “presidente (con minúsculas” de México”, en pleno Zócalo del DF. Patética toma de protesta.
El conjunto de hechos históricos del ayer y de hoy se vuelven a reunir. Dos derrotas político-electorales que no pueden digerir. Por eso la campaña mediática. El propósito del gobierno de Andrés: levantar el ánimo en sus seguidores. Mientras que Sheimbaum también se promueve.
Una “pantomima” histórica.
Los hechos no están realizados al azar, no, todo tiene un sentido político. Reitera el desprestigio de la oposición, volver a victimizar al “pobre presidente”, culpar al INE y levantar el ánimo y encono de los derrotados. Como aquello del 2 de octubre no se olvida. Hacerles creer que no perdieron, no; fueron víctimas de un fraude electoral. Lo cual, por supuesto es una mentira que ha repetido mil veces AMLO para intentar convertirla verdad.
La derrota de 2006 fue por el mínimo de votos, después del recuento en poco más de 11 mil casillas, la diferencia entre el ganador Felipe Calderón y el perdedor de López, se redujo a 230 mil votos, cifra que le dio el triunfo a Calderón y en septiembre de 2006, el Tribunal Federal Electoral, declaró válida la elección y el triunfo para la coalición “Alianza Por México” del PAN y el traidor Verde Ecologista. Se quedó fuera de la jugada la coalición del PRD, PT y MC. Desde entonces, las frustraciones del hoy presidente López, crecieron y se mantienen en contra de la oposición y los órganos electorales. De ahí su obsesión por acabar con ellos. El odio del vengativo presidente aun lo corroe.
Después de 15 años de larga historia, el gobierno de la Ciudad de México, volverá a pasar la vetusta película del “fraude electoral”, promovida por uno de los mercadólogos del marketing político del presidente. La oposición tiene la obligación de actuar. El golpeteo constante de la negra publicidad logra convencer a los “clientes” y vencer la voluntad de los débiles.
Héctor Parra Rodríguez