NO BUSQUEN CULPABLES, LO HAGO POR GUSTO
Aún no termina el año y las cosas comienzan a complicarse. La LX legislatura del Estado ha dado muchas sorpresas, muchas alegrías y muchas cosas de que hablar. Resulta que cada una de las fracciones que hoy existen en el recinto, tienen en sus filas a viejos “lobos de mar”, que saben y conocen del quehacer legislativo.
Por un lado está Toño Zapata, quien al parecer está terminando su carrera política en esta legislatura. Ya no se ve el poder que alguna vez tuvo y pareciera ser que ha que está legislatura, tiene la exclusiva de ser el contrapeso de las posturas del PRI y de Morena; también se encuentra Manuel Pozo, el contador, quien sabe del tema y tiene los tamaños de poder subir y plantarle cara a quien sea, sin embargo su grupo está siendo considerando “satélite” del pan. Se encuentran también Ricardo Astudillo el eterno dirigente verde y el “rebelde” Juan José Jiménez.
Los dos últimos son, quizá, los personajes que más den de que hablar está Legislatura. El primero, Ricardo, esperemos que finalmente presente iniciativas; es bueno que no esté caminando en la calle “gestionando” para la gente, está en la oficina estudiando y legislando, sus funciones reales, pero los exhortos no sirven de nada. Ojalá le eche más ganitas para no pasar gris.
El segundo, Juan José, se ha convertido en la persona incómoda de esta legislatura; tiene que ver con el hecho de que saben quién es y lo directo que podría llegar a ser o, quizá, con el trabajo que realizará o simplemente y sencillamente es el “enemigo público” a vencer. No lo sé, pero a qué murmullo se hace en la legislatura cuando lo ven levantar la mano.
¿Y SU CHAMBA?
Si “googlean” la definición “coordinar”, encontrarán que es disponer ordenadamente una serie de cosas de acuerdo con un método o sistema determinado, lo cual, es una de las funciones que tiene el “lider” de una bancada en el congreso. En nuestra legislatura, hay muchos perfiles que demuestran que son buenos en ello y, aunado a sus habilidades, realizarán un buen papel.
Por otro lado, hay personajes que dejan mucho que desear pues no cumplen con la función principal de un coordinador y que, lejos de tener orden en sus acciones, han cerrado el año con una muy mala experiencia. Tienen liderazgo cuestionable, pareciera ser que se han “vendido” al mejor postor, no aceptan consejos u opiniones, quieren que los demás sean sus achichintles (mandaderos) y que, si no están de acuerdo, amedrentan.
Mi pregunta más importante es ¿Esos diputados que “le sirven” a ese coordinador, no se han dado cuenta que el solo quiere que le sirvan? ¿No se han dado cuenta que pierden más de lo que ganan? ¿De que sirve tener 50 personas en un equipo si un equipo de 6 personas les ha hecho ver su suerte?
Cuestionan mucho a “los rebeldes” pero han sido más cubiertos y entrevistados que los 3 afines a la coordinación. El mismo dirigente del partido está comenzando a desconocer esa coordinación y a cuestionarse si realmente eligió bien a su coordinación. Seamos objetivos por un momento… ¿Qué prefiere morena en nuestro estado, ser una oposición incómoda que genere simpatías con los votantes o ser una oposición al servicio del Estado?
Mauricio Ruíz debe estar pensando seriamente en que será más redituable para el, si un diputado incómodo para todos o un diputado invisible que se espanta cuando los demás hablan.
¿Qué pasa por la cabeza del diputado de tequis que no se ha dado cuenta que de “cachorro” no lo bajan?
“Al final, todo sale”