Ricardo Monreal Ávila, intenta purificarse impartiendo cátedra por medio de artículos que publica en su propia red. Habla de unidad en torno a la 4T, más olvida que él participó en la revuelta que generó la división en el PRI, luego propinó la misma dosis en el PRD, por lo tanto, carece de autoridad moral para exhortar a la unidad, cuando en la búsqueda del poder político, Monreal a participado en dividir otros partidos políticos.
Lo mismo hizo AMLO para escalar a la Presidencia de la República, ha traicionado a cuanta persona se le atraviesa en el camino para conseguir su objetivo y no será la excepción en la sucesión, se encuentra en la cúspide y cree tener el derecho a decidir quién lo sucederá en el poder presidencial.
No es inesperada la pugna política entre algunos integrantes del gabinete del gobierno federal. Por supuesto también en Morena, así como con los aliados que solo buscan su interés en permanecer a la sobra del poder, tal y como lo han hecho con el PAN y el PRI. Eso y más es provocado por la sucesión presidencial, lo advirtió en su momento Porfirio Muñoz Ledo.
De ahí que Monreal considere que la división “pondrá en riesgo de colapso a la cuarta transformación, si persisten comportamientos facciosos y autodestructivos. Bien sabe de lo que habla, seguramente recuerda que la historia demuestra que las pugnas internas frustran las transformaciones. Él lo hizo con otros partidos; en su caso sería su cuarta vez que le toque experimentar la fractura entre la militancia por la avaricia del poder.
Monreal habla en su artículo como la “Sucesión Adelantada” ¿Culpa de quién? Del mismo López Obrador, líder moral de la 4T. La califica como guerra temprana, aunque sigue manteniendo la cautela y no se confronta con su líder. Sin decir nombres llama a la reflexión a los militantes de Morena, asegurando: “nos daremos cuenta de que la precipitación en la carrera por la sucesión presidencial ha provocado que comience una disputa política inesperada al interior del gobierno, sus aliados y Morena, el partido que llevó al presidente al poder en 2018”. Reitero ¿Quién dio comienzo a la sucesión adelantada? Pues el mismo presidente de la República, su “amigo de luchas y traiciones”; ambos han traicionado. De tal manera que, sin ambages ni circunloquios el artículo va dirigido a López Obrador.
Intentando esconder sus intenciones, Monreal dice recordar que: “la historia nos muestra que las grandes revoluciones, que en su mayoría han sido violentas, en el mejor de los casos se interrumpen y, en el peor, colapsan, porque quienes las llevaron a cabo fueron incapaces de sostener principios y renovar democráticamente (¿AMLO?) Y que, las dirigencias de sus movimientos, sin desatender que, a causa de rencillas internas que bien pudieron dirimirse, generaron confrontaciones insalvables y colapso institucional en el proyecto”. No cabe duda que las confrontaciones las ha puesto en práctica el mismo presidente López, las que son insalvables dada la tozudez para dejar al sucesor, quien por supuesto no es Ricardo Monreal.
El mismo Ricardo escribió que: “recién cruzamos el umbral de los primeros tres años del nuevo gobierno; el objetivo principal de quienes respaldamos a la 4T debería ser profundizar los cambios institucionales, lograr la transición política y el cambio de régimen, así como conseguir que el sistema político-electoral sea neutral, honesto y esté en mejores condiciones de las que enfrentamos en 2018” ¿Cómo llegaron al gobierno federal? Traicionando a muchos de sus amigos que dejaron en el PRD, partido que no estaba dispuesto a darle otra oportunidad a López a la candidatura a la Presidencia, por esa razón decidió crear su propio “movimiento” y él mismo darse la autoridad para decidir todo, ahora como presidente nada escatima para conseguir su objetivo. Mientras Monreal no está dispuesto a volver a jugar de suplente, quiere ser titular ¿Entenderá AMLO el mensaje? ¡Por supuesto que sí!
Monreal confirma en su artículo que: “cada día que pasa, la evidencia de los desencuentros internos, lejos de disminuir, aumentan, y pareciera que la historia está por repetirse. Por eso, en este punto de nuestra historia sería valioso e ilustrativo repasar acontecimientos del pasado que nos inviten a reflexionar con toda serenidad, para poder precisar o imaginar lo que puede suceder si en el movimiento persisten comportamientos facciosos y autodestructivos”. Con meridiana claridad llama faccioso a su presidente Andrés López Obrador. Claro que lo es, pero nadie de su gente está dispuesto a correr el riesgo de enfrentarlo, seguramente sería acusado de cualquier cosa para “aplastarlo”.
Luego Ricardo Monreal entra en el tema de la historia para ilustrar un poco a su “líder moral”, como para que reflexione y no cometa las mismas torpezas históricas, pasando por la conquista, la independencia, la guerra de reforma y la revolución de 1910; luego se va a la antigua Grecia pasando por Francia y Rusia, como para desorientar a López Obrador, seguramente lo considera neófito y retrasado en historia, por algo pasó 14 años para alcanzar su título de licenciatura, en lugar de 5 años.
Conclusión. Se hacen presente el pronóstico de Porfirio Muñoz Ledo: Morena se resquebraja.
El principal impulsor del resquebrajamiento que advierte como faccioso Ricardo Monreal, es el mismo presidente de la República, quien en lugar de gobernar prefiere seguir manipulando los destinos de su “movimiento de regeneración nacional”.
Para AMLO es más urgente y necesario dejar a una o un sucesor. Sabe que podría ser un perseguido político, con la seguridad de ir a la cárcel por tantos abusos y arbitrariedades que ha cometido, en su camino ha perjudicado a muchos mexicanos, unos incluso hoy pernoctan en la cárcel por decisión presidencial.
Por esa razón el presidente no hará caso a nadie, él decidiría cuál de sus “corcholatas” jugará en las elecciones del 2024.
Héctor Parra Rodríguez