Fueron avasallados en el pasado proceso electoral, los pisotearon, los exhibieron y no entendieron.
De veras que una actitud así sencillamente no tiene sentido ni parte alguna por donde pueda comprenderse.
Ahora con el anuncio del reemplacamiento para el estado de Querétaro han surgido (hay que decirlo y reconocerlo) una multitud de señalamientos ciudadanos por diversos motivos, y eso ha llevado a que muchos traviesos y ocurrentes tengan la ríspida tentación de aprovechar para subirse en el tren de la queja y hacer una que otra triste rueda de prensa, o bien, movilizaciones que no se entienden.
Las aplicaciones de mensajería y las redes sociales se han sobresaturado de tantas convocatorias a marchas que ya no se sabe a cual asistir. Se han puesto ¿de acuerdo? para reunirse en la Alameda, en el Centro Cívico, en la Plaza Fundadores, en el Monumento al Maestro, en el jardín Zenea, en el Estadio Corregidora, en los mismos días y a diferentes horas. No abandonan su esencia: el desastre.
Y por si fuera poco uno que otro ventajoso importado de las costas del golfo, ayudado por una escudera renunciada del gobierno federal, quieren aprovechar el río revuelto para picarle las costillas al líder de Morena en la entidad, Mauricio Ruiz Olaes. A los medios de comunicación llegó un boletín en el que se acusaba el asunto del reemplacamiento, pero al final del texto se revelaba una grilla interna que nadie supo de donde vino. Por un lado un presidente de Morena que se hace la ‘vístima’, y por otro lado, un tufo bejaranista que hiede a ligas jarochas.
Lo más o menos elocuente que han logrado estructurar como línea de acción es el intento de un amparo colectivo, pero del que sus mismos promotores no saben si prosperará. Al menos en la tierna marcha de este pasado sábado, se ganaron la carrilla de decirles que se juntaba más gente en los churros de avenida Corregidora que en esa movilización.
Total que la 4T en la localía no cuaja. Ya ni recordar de sus activistas de Facebook que hablan de sí mismos como si fueran avezados psíquicos de la política. Esas pobres personas están ávidas de un reconocimiento que al parecer nunca tuvieron en casa.
Y en el ocaso de este paisaje, una fracción morenista de 5 legisladores en el Congreso local que votó a favor para después retractarse y decir que el paquete de leyes «se los entregaron muy noche y no pudieron leerlo bien». Lo consecuente y lógico era abstenerse o votar en contra. Por eso son oposición, manos.
Toda esta película ya la vi y no fue tan taquillera.
Diego Parra
@LaEspadaDeSanti