El miércoles pasado el TEPJF, por medio de la Sala Superior, dio cuenta de la recepción de los cómputos y demás documentos enviados por el INE, relativos al proceso de “revocación de mandato”.
La Sala Superior dio a conocer que iniciará el proceso que le mandata la Constitución, que consiste en: resolver las impugnaciones que se hayan presentado en contra del cómputo de votos; realizar el cómputo final de la votación del proceso; en caso de que se cumpla con los requisitos de ley, emitir la declaratorio (no sentencia) de “revocación de mandato”; finalmente notificará al INE, a la SCJN, al Congreso de la Unión y al titular del Poder Ejecutivo.
¿Y si los magistrados declaran la nulidad del proceso debido al cúmulo de violaciones? Violaciones cometidas por el mismo presidente de la República, los gobernadores, funcionarios públicos y la Asociación Civil “Que Siga la Democracia”, filial de Morena.
El viciado proceso de “ratificación de mandato” quedó concluido, disfrazado de “revocación de mandato” para cubrirlo de apariencia constitucional.
No puedo dejar de mencionar lo dicho por el representante de Morena en el Consejo General del INE, quien desbordó de alegría por los resultados obtenidos y echó a volar su loca imaginación, basada en la numerología. Su razonamiento tuvo que ser cuestionado por los consejeros, tildándolo (literalmente) de locuaz el señor Mario Llergo. Veamos.
El miércoles pasado el representante de Morena, Mario Llergo, dijo en la sesión del pleno del Consejo General del INE que: “con los resultados el proyecto que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, sólido como una roca”.
Así realizó el razonamiento matemático y político: “La 4T va, comprendan que su sedición está destinada al fracaso. Que su rebelión tan sorda como tortuosa jamás va a prosperar, obstruyeron, paralizaron, amagaron, desinformaron, simularon y mintieron. Trasnochados neoporfiristas, por cada 3 votos hoy, habrá 300 a favor de la 4T en 2024” ¿Estará bien de sus facultades mentales o es mitómano en grado superlativo?
Luego el consejero electoral Ciro Murayama, también corrigió los locos y desordenados razonamientos de Mario. Tuvo que aclararle a Llergo su descarada mitomanía. Así fue el comentario: “¿Que por cada tres votos va a haber 300 votos para ellos en 2024? o sea 100 veces más; ayer se depositaron 16 millones y medio, anunciando una votación para ellos de 165 millones de votos según sus matemáticas nada más que en este país somos 126 millones de habitantes, dicen que todos, hasta los niños van a votar por ellos y 49 millones más; espero que no sea el anuncio de que quieren rellenar urnas, que los van a publicar como el milagro bíblico del pan y los peces” ¿Sería por aquello de la Semana Santa? Por supuesto el morenista hizo mutis.
Luego vendría la réplica de Lorenzo Córdova, presidente del Consejo General, quien también replicó: “No ande dando malas ideas porque hay quien se las puede tomar en serio consejero”. ¡Burla seria!
También hubo de precisar por parte del consejero general Uuc-kib Espadas, quien también puso en ridículo al consejero de Morena, Mario Llergo: “¿Se percata usted de que su cuenta realmente no es correcta? Si por cada tres votos se van a generar 300, no van a obtener 165 millones de votos, van a obtener 1,650 millones de votos” ¡Otra burla seria!
Total, Mario Llergo consejero de Morena en el Consejo General del INE, seguía con la borrachera de los votos.
A pesar de las violaciones constitucionales y legales cometidas desde el epicentro del poder político, encabezadas por Andrés López Obrador, en su calidad de presidente de la República, ello debiera dar pauta a la total anulación del procedimiento y resultados; pero, seguramente los magistrados de la Sala Superior no querrán meterse en más problemas y harán la simple declaratoria para dar por muerto, de una vez por todas, el fraudulento proceso de “revocación de mandato”; el cual, por culpa del ministro presidente de la SCJN, fue deformado en “ratificación de mandato”.
De lo contrario, o sea, si declaran la nulidad por el exceso de violaciones a la Constitución, leyes secundarias y comisión de delitos electorales, AMLO continuaría en la defensa de su “pírrico triunfo”.
La derrota electoral quedó plasmada, ni los acarreos, ni la compra de votos, ni las amenazas lograron la meta del 40% de los votos esperados. Con todo y campaña gubernamental, apenas alcanzaron el 9.65% de los votos.
Sí. Según datos del INE, acudieron a votar el 17. 77% de los electores; el 6.44% votó por la revocación y 1.69% de papeletas fueron anuladas; ahora la resta porcentual. Conclusión. Solo el 9.65% pidió que AMLO siga en el poder. Más del 80% del electorado no respalda al presidente López Obrador.
Héctor Parra Rodríguez