El hambre es el hambre
¿Qué tan desesperados estarán algunos perfiles morenistas que hasta bloqueos andan armando?
Este viernes los accesos al fraccionamiento del Campanario fueron totalmente cerrados por un vecino molesto. El quejoso culpaba a la asociación de colonos de tener perjuicios en su propiedad.
Pero más tarde cae un hablador que un cojo y le explico porqué. Resulta que tras bambalinas y desde escritorios de caoba, quienes operaron el merequetengue fueron el recién perdonado notario Maximiliano García Pérez, el expriista y ahora delegado de economía, Jorge Lomelí, y el empresario Ricardo Badillo. Quisieron que un lío particular se convirtiera en problema social, pero no les salió como querían. Los encueraron.
El trío fantástico quiere ponerle el sello de la 4T a la asociación de colonos, así que pretendieron crear enojo entre los vecinos para que en la próxima asamblea puedan meter jiribilla en contra de la actual mesa directiva y así poder clavar a su gente (o hasta ellos mismos) en las decisiones del desarrollo.
El colmo del cinismo fue haber contratado a la ¿comunicadora? y abogada Andrea ‘Annie’ Flores mediatizar el asunto. La llevaron hasta el lugar del borlote desde donde hizo una transmisión en vivo en su ¿medio? de comunicación, acusando la falta de atención de autoridades. Y claro, no pasó desapercibida pues sin recato alguno daba instrucciones a los presentes para hacer correctamente el bloqueo. ¿Qué tal?
No se miden.