¿Y los asesores?
Es la pregunta del millón. ¿Quién o quiénes asesoran a la Rectora de la máxima casa de estudios queretana? ¿Luis Alberto Fernández, Alejandro Ramírez o Gonzalo Martínez? ¿O entre los tres?
La punta de esta desaseada asesoría fue con el asunto de La Cuadrilla. Pasmado, pensaba en la desinformación de la autoridad estatal para aseverar que la UAQ estuviera involucrada en el desalojo, a grado tal que la universidad lanzó un comunicado subrayando que el alma mater no tenía ni una veladorcita en el entierro.
Me di a la tarea de escuchar minuciosamente las declaraciones de la secretaria Murguía para percatarme de que la funcionaria se refirió a maestros «DE la universidad», pero de ninguna manera se afirmó que la UAQ, como institución, estuviera involucrada. Volvió a mí la calma.
Palabras precisas que cayeron en oídos protervos y perversos con ganas de una innecesaria bronca.
Aunque la Doctora lo niegue, es tapar con un sol su deseo de continuar en la política pero a nivel extramuros. Reemplacamiento, opina. Marcha feminista, participa. Trifulca en el estadio Corregidora, opina. Proyecto de 5 de febrero, opina. Ley de aguas, ataca. Marcha en defensa del agua, opina y se moviliza. Bloqueo en 5 de febrero, acusa y exige. Marcha del orgullo LGBTI, participa.
Y la cereza del pastel de garbanza: cortar de tajo comunicación con una funcionaria de primer nivel, que es la indicada para tener comunicación. Una de dos: o fue un arranque de la tersa Doctora, o sus asesores estaban plagados de lagunas de información y aún así le recomendaron batear a la número dos. Reprobados en términos de inteligencia. Y me extraña de alguien como Luis Alberto. Tanta perspicacia tirada por la borda.
¿A dónde vamos a parar? Se caldean los ánimos por la sucesión y aún falta un tramo largo.
El vengativo
Y hablando de perversos de la máxima casa de estudios, hay un tema pendiente de resolver que hasta el día de hoy el exasesor de campaña de Celia Maya, Gonzalo Martínez, no puede sacudirse.
Por sus pantalones ha determinado no darle salida al asunto de Laura Leyva Saavedra, la exlíder del STEUAQ. Gonzalo presume de una excelente relación con el magistrado Tena, vínculo al que, dicen, le sacará jugo para mantener la bota en el cuello de la extrabajadora.
Y este era el que asesoraba a la candidata de la ética y la moral. Imagínense si hubiera logrado clavar a su angelito como pluri; puros Martínez, Garcías y Herreras habría en la Legislatura.
A ver qué pues.
–Tópsy Krets.