Gobernando con el rabo
El desaseado manejo que se le ha dado al sindicato de Pinal de Amoles está a punto de tocar las puertas del Palacio de Gobierno.
La presidenta, fiel a un modo gamberro de hacer las cosas, ha continuado con la línea de la confrontación y el pleito de cantina. ¿Resultado? Un jocoso escenario que pudo haber tenido salida hace meses, pero quienes ostentan algún podercito detrás de la silla del Ayuntamiento meten su cuchara en el pozole y nomás lo cuajan.
Y lo que faltaba: un recién llegado asesor con un modo de trabajar que suena más a la ‘cosa nostra’ que a otra cosa. Una cacofonía que encuadra excelsamente con esa siniestra escuela policial.
¿A dónde pretenden llegar las autoridades pinalenses? Hay que dejar de gobernar con las sentaderas y ponderar más la masa gris, o sea, con el cerebro, por si acaso no se aprobó Biología II.