AMLO y Morena dan cuenta de la necesidad de reforzar sus estructuras electorales. No les fueron suficientes los “siervos de la nación”, dependientes de la Secretaría de Bienestar.
Entra en apoyo la Secretaría de Salud, para movilizar a otros miles de empleados de la burocracia, con el engaño de “más bienestar”. Crean el servicio nacional de salud pública con otro “superdelegado” en cada estado.
Crearán brigadas que visitarán los domicilios de millones de mexicanos (al menos esa es la pretensión) con el engaño de llevarles salud y medicamentos gratuitos. Antes organizarán a comunidades para crear supuestos grupos y centros integradores de bienestar para la salud.
En 4 años AMLO no ha sido capaz de crear un sistema de salud como el de Dinamarca y terminó con el desabasto de medicamentos. Al unísono, el presidente también anunció nuevamente que el IMSS-Bienestar ya atendería a toda la población, sin importar si gozan de la seguridad del IMSS; ordenó, como es su costumbre, que administrativamente se eliminen los registros de quiénes sí están inscritos y quienes no lo están: la atención será “pareja”. Por supuesto violando la Ley del IMSS. Los patrones y trabajadores que sí aportan dinero para soportar la carga que implica sostener al IMSS, se distribuirá en beneficio de todos aquellos que no aportan un solo peso.
El fracaso del Insabi es evidente. No hay hospitales, no hay insumos médicos, tampoco hay más médicos, ni personal profesional, mucho menos medicinas para atender a millones de mexicanos que quedaron sin el servicio al desaparecer el Seguro Popular. El nuevo sistema de salud es de “saliva”, nada que lo soporte.
El gobierno federal, por medio del Hugo López-Gatell Ramírez (“doctor muerte”), será el responsable del nuevo sistema operativo de promoción al voto. Bajo el subterfugio de llevar salud a la población.
La desesperación los lleva a cometer más barbaridades, lucrando con la salud que nunca llegará a la población más necesitada. AMLO se encargó de destruir el sistema de salud en México.
¿Coincidencia que inicie previo a las elecciones constitucionales en 2 estados importantes para la 4T? No, no es coincidencia; Estado de México y Chihuahua serán los laboratorios para las elecciones del 2024.
Ni con la UNOPS el gobierno de AMLO pudo resolver el problema que ocasionó la señora Raquel Buenrostro, con la compra masiva y unipersonal, llamada concentración, de medicamentos. Cortaron de tajo con los suministros bajo el argumento de la corrupción que nunca demostraron. Ahora no hay suficientes medicinas para los mexicanos.
No hay ni habrá cobertura universal de salud, como lo prometió AMLO desde campaña y ya como gobernante. El “as” de la mentira. Nada ha resuelto de todo aquello que prometió.
Vamos, ofreció no endeudar más las finanzas del gobierno federal y tampoco lo cumplió. Ha endeudado más que el odiado de Felipe Calderón y el menospreciado de enrique Peña. López siempre tiene un culpable de sus abusos; en el 2019, inculpó del incremento de la deuda a la baja del peso frente al dólar; en pocos meses de 10.55 billones, arribó a 10.85; para el segundo año de gobierno la deuda creció a 12.07 billones de pesos. Datos de la SHCP.
Arturo Herrera, entonces Secretario de Hacienda proyectaba que para el año 2020, la deuda se incrementaría a 12.83 billones de pesos. AMLO ofreció que en el 2021 no contrataría deuda, no hubo apoyo alguno para micro y mediano empresario y los fallecimientos por Covid-19, que del escenario catastrófico de 60 mil pasó a más de 300 mil, empeoró las cosas.
Claro, no hubo apoyos y el manoseo de las vacunas agravaron el escenario nacional. La falta de solidaridad con agravaron las cosas e hizo caer el PIB arriba del 18%, el cual no se ha podido recuperar hasta hoy. Expertos aseguran que la deuda ha incrementado el 22% de como la dejó el gobierno de Peña.
De la desesperación a la creación de más plazas federales que servirán para promover el voto morenista; la nueva estructura estará a cargo del médico López-Gatell, quien de matemáticas electorales sabe nada. Pero las 10 mil nuevas unidades (eso prevén aproximadamente) para promover la salud, no tienen otro fin que el de movilizar a la gente en pro del movimiento de López, a quien se le está descomponiendo el escenario que había imaginado, sobre todo con el “rebelde” de Ricardo Monreal (Así lo calificó el tercer López, Secretario de Gobernación) y la “deschavetada” de Layda Sansores.
No todo es miel sobre hojuelas como piensan los “chairos”. Así piensan, no alcanzan a razonar; lo afirmó y confirmó el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya: “yo soy chairo y creo todo lo que diga el presidente”. Tapados y ciegos.
Conclusión, no hay ni habrá sistema de salud universal y el “sueño guajiro” de igualar al sistema de Dinamarca, fue una pesadilla de Andrés López Obrador.
Además, AMLO no podrá desaparecer ni al INE ni al TEPJF, por eso su delirante estrategia de meter al sector salud en actividades político-electorales para apoyar a la “corcholata” de Morena. Sabe que pueden perder las elecciones del 2024.
Héctor Parra Rodríguez