¡Caldo de Buey, que quitas los pecados del mundo!
Tradición de poco más de 280 años, el Paseo del Buey es la ofrenda que los pobladores de la Hermana República del Pueblito, ofrecen a Santa María siempre vírgen y que después es preparado en rico caldo.
Hoy a la tradición hay que agregarle el ingrediente secreto: la pasarela política.
En política, todo evento es buena oportunidad para mostrarse, para poner la planta del pie en el terreno a conquistar, ¡oh sí, eso siempre es buena idea!
Chepe Guerrero ya puso el pie en el circulo de ‘Stop’. ¿Si recuerdan ese juego donde se declaraba la guerra en contra de su peor enemigo? Acá no hay enemigos, puro fuego amigo.
El día del caldo, dicen que el Gobernador hizo el feo al no asistir. ¡Nada más alejado de la realidad! Si algo tiene el Gober es que al final sí es político, y pues tuvo que sacrificar un rico Caldo de Buey, para no hacer sombra, al que dicen en Palacio, es el que sigue en Corregidora.
Pero esto no se pondría bueno sin otro personaje para configurar el triángulo amoroso, y que desde luego quiere también la silla: Rafa Montoya.
Chepe y Rafa ya supieron lo que es sentarse en la Silla Presidencial, municipal, pero presidencial a fin de cuentas. Los dos ya saben que pata de la silla tiene la llantita chueca y cual de ellas está aceitada para darse vuelo 3 años.
Rafa, por cierto, anda haciendo su lucha con el negocio de carnitas de su primo Homero. De pronto aparecieron bardas misteriosamente pintadas; bueno no, alguien las pintó, pero así de pronto ya teniamos paredes con la leyenda: MONTOYA, LAS CARNITAS DEL PUEBLO; con letras de Los Temerarios para que se vea machín chicharrín.
Nada, nada, nada, es casualidad en política. Yo lo agradezco, sino me quedaría sin escribir y si eso pasara, seguramente andaría de viaje.
Hablando de viajes, bajita la mano Roberto Sosa anda ya explorando de Ezequiel Montes para arriba. Todos los tiempos son electorales y mi Robert lo sabe, pero amén del buen trabajo que hace en Corregidora, hay que hacer presencia para cuando el Partido decida.
Hasta aquí esta bella columna porque se enfría el caldito de buey y frío no sabe chido.
La política es un Partit de Costellada. La traducción al castellano sería como un “partidito” que se hace durante una carne asada; informal, entre amigos. Así es la política.
Fer Cañas