“Al volver la vista quedé paralizado: eran Bill Montenegro y El Verdugo Rojo -sin máscara pero lo reconocí por su estatura. ¿De modo que también la lucha libre es mentira y los enemigos mortales del ring son como hermanos en la vida privada? No se molestaron en mirar al idiota que estuvo a punto de ser linchado por culpa suya.” (Pacheco, 1972)
Hoy esta bella columna, inicia citando al Maestro José Emilio Pacheco y su novela “El principio del placer”. ¿Por qué? Porque así es la política y lo mejor para quienes la vivimos desde la barrera, es tomarse un té de pasiflora y disfrutar del espectáculo.
Que por cierto, qué gran espectáculo pero el que estan dando quienes escriben y creen que por tomar partido por alguien, van a agradar al Jefe y los va a poner en algun puesto político. Ternuritas. Por eso recomiendo ampliamente leer “El principio del placer” cienes de veces antes de escribir con el hígado.
No se si ustedes detectan cuando a alguien le dan el avión. Yo al menos y en mi experiencia, se perfectamente cuando eso pasa. Pedir al universo que nos aparezca una casa de 20 millones de pesos sin haber trabajado es tan ilógico como pedir el senado, una diputación local o ya de “perdis” una regiduría nomás porque un día se les apareció Fernando Ortíz Arana en un sueño. Pies en la tierra.
Hay letras que valen y pesan más que otras y déjenme decirles que hay letras anónimas y con mucho peso que sin aspavientos ni fotos, influyen más. Eso quedó demostrado en pasada reunión de exgobernadores con Claudia Ruiz y una foto inesperada.
Pero a mí en lo personal, que trabajé en teatro de gran formato, me encanta ver el show desdee la barrera con mi bolsa de palomitas.
Y con bolsa de palomitas en mano, el fin de semana fue de fiesta para el Gober Kuri, ya que por fin pudo inaugurar el puente de Sombrerete. Todos los asistentes pisaron firme a cada paso, para tantear el terreno y comprobar que esta vez está bien puesto y olvidar el trago amargo de Solutintec, que ya se llevó su inhabilitación y su multa correspondiente. Poca lana a mi parecer, así que este es un llamado para los legisladores a reformar.
Palomita a la administración aunque la prueba de fuego sigue siendo Paseo 5 de febrero que sí o sí debe quedar a tiempo y como decían los dibujitos. Ya falta menos, paciencia mis adorados conciudadanos.
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La política es un Partit de Costellada. La traducción al castellano sería como un “partidito” que se hace durante una carne asada; informal, entre amigos. Así es la política.
