No cesan los actos protagónicos del presidente López Obrador, con la finalidad de distraer la atención de los grandes problemas y los desaguisados electorales generados por el mismo Presidente de la República. Insiste en acciones imposibles constitucional y legalmente. Absurda ignorancia presidencial.
Lo que anunció en su mañanera es un absurdo, asunto aún no concluido, aunque aclarado de alguna manera relativo a los emolumentos, salarios, ingresos o cómo quieran llamarse coloquialmente, que no legalmente; aunque hay diferencias sustanciales entre los conceptos legales en materia laboral. Dice AMLO que los ministros están violando el artículo 117 de la Constitución porque “ganan más que él”. Por lo que instruiría a la Secretaria de Gobernación para que la presidenta de la SCJN le informe.
En síntesis: “AMLO quiere ver si es legal que las y los ministros perciban un mayor salario que él”.
Le molesta que personal con mayor preparación, con más estudios, más inteligentes, con experiencia en la materia y capacidad personal, perciba mayores emolumentos, que el “tapado” de Andrés.
El asunto parecía olvidado en el fondo, aunque el presidente reincide constantemente en el tema.
Aquí un breve recuento, resumen de los análisis y cometarios que con anterioridad hemos realizado en esta Columna sobre el trillado tema mediático, que jurídicamente está resuelto parcialmente hace tiempo. AMLO quiere que todos se subordinen a su ley de remuneraciones aprobada por Morena y sus aliados.
Primero. Existe un principio jurídico constitucional que establece prohibición de aplicar retroactivamente una norma en perjuicio de persona alguna. Bien, cuando se realizó la reforma constitucional y legal, los ministros y otros funcionarios tenían superiores emolumentos al Presidente de la República. Luego, no se les pude reducir los emolumentos frente a una nueva ley. Algo que no quiere entender AMLO.
Segundo. Frente a la terquedad de López Obrador y sus huestes, ante el acoso político se llevaron a cabo juicios de amparo. Perdieron el juicio los ignorantes del Derecho. Todo fue protagonismo. Judicialmente perdieron los juicios de amparo.
Tercero. El tema trascendió a la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los ministros, para poder normar con claridad la cantidad de emolumentos del Presidente, no de su simple salario, pidieron a los legisladores federales, informaran con claridad todos los beneficios económicos que percibe el Presidente de manera colateral a su salario. Claro, sus diputados federales morenistas se hicieron los occisos y jamás informaron a la Corte a cuánto ascienden los emolumentos de López Obrador, quien solo suele mencionar su salario, no sus emolumentos; por supuesto, la suma de sus emolumentos rebasa en mucho su salario. No han cumplido con la sentencia, han ignorado la ejecutoria de la Corte.
Veamos. Simplemente la renta que no paga AMLO y su esposa por vivir en Palacio Nacional, asciende a varios cientos de miles de pesos; alimentos gratuitos; gasolina gratuita; servicios médicos gratuitos, medicinas que no paga; servicio telefónico; transporte en vehículos y aviones; el séquito de ayudantía y elementos de seguridad que custodian, tanto a él como a su esposa. Y así la enorme lista de apoyos que se suman a los emolumentos de López Obrador. Los diputados federales no han querido informar a los ministros, por sentencia, para que ellos forjen un criterio exacto, preciso y con bases formales determinen el monto total de los emolumentos, más el salario del Presidente de la República.
De tal suerte que, una vez más, AMLO hace el ridículo pretendiendo evidenciar a los ministros sobre el salario, que no emolumentos. Así que instruyó a Luisa María Alcalde, para que pregunte a la presidenta de la Corte, Norma Piña y le informe del por qué los ministros tienen un salario superior al del Presidente. A la torpe de la Secretaria, no le quedó más remedio que cumplir, antes de informar al Presidente sobre los antecedentes y el ridículo que hará cuando, si acaso le responden, rindan el informe que piden.
Cuarto. La Corte, vía presidenta Piña, no tiene por qué responder a la solicitud de información. Primero, el Poder Ejecutivo publica el Decreto de Egresos y ahí se asientan los salarios y/o emolumentos de los empleados. Ahí está la información; aunque no se desglosan los emolumentos de AMLO. Luego, la Corte no está subordinada al Poder Ejecutivo, son homólogos en cuanto a jerarquía.
Lo más interesante. Si acaso da respuesta la Corte a la solicitud de la Secretaria de Gobernación, podrían darse dos supuestos; no dar respuesta ¿Solicitarían al INAI la intervención para que les otorguen la información? ¡No! El INAI no puede funcionar por culpa de los senadores morenistas. Otro, gobierno federal no es un particular, son autoridades: negativa y desechamiento.
La segunda y la vergonzante. La Corte, por medio de la ministra Norma Piña, bien podría responder: ¡Está pendiente la respuesta de la Legislatura Federal, para que informe con exactitud de los emolumentos que percibe el Presidente de la República! Una vez que cumplan con la sentencia los legisladores, se le estará informando con oportunidad y certeza sobre los emolumentos tanto del Presidente como de los ministros. Claro, para determinar, en definitiva, quién gana más dinero por el ejercicio del cargo público, realidad aún no alcanzada. Por supuesto que AMLO estaría cobrando mucho más, quedaría en ridículo.
Una vez más, no cabe la menor duda que se trata de otra de tantas “faramallas” que acostumbra López Obrador, para distraer la atención y enfocar sus baterías en contra de sus enemigos políticos ¡Tiene perdida la batalla constitucional y legal!
No cabe duda que los ministros han vencido constitucional y legalmente al ignorante del presidente Andrés López Obrador, quien no deja el torpe protagonismo mediático.
Héctor Parra Rodríguez