Algo que se debe reconocer en Ricardo Astudillo, es su gran oficio político. Sabe leer los momentos, a las personas y también generar acuerdos. Todo esto, molesta a los políticos nóveles, que piensan que hacer política sólo se constriñe a las redes sociales. ¡Grave error!
La política, no se hace en las urnas; son su elemento legitimador. La política se hace a puerta cerrada y a vuelo de balcón. Esto sin duda lo ha entendido Astudillo.
Recientemente, se vio a Ricardo Astudillo reunirse con un panista duro, esos que con un plumazo pueden dar giros inesperados. Hablo de Alfredo Botello.
Quienes no conocen la historia personal del Senador Botello, están condenados a medir el cariño de la gente por los “likes” en sus fotos. Alfredo Botello tiene peso en la política del Estado, tanto así que pudo construir un proyecto político llamado Pancho Domínguez y eso Ricardo lo tiene muy claro.
Todo son señales, pero lo cierto es que todas las piezas de Tetris, le están saliendo muy bien posicionadas a Astudillo. Por una parte, MORENA al interior, otra vez padece de contradicciones y falta de claridad por parte de los dirigentes. En la alianza, el elemento cohesionador sin duda es el Partido Verde y su dirigencia. No es secreto, la buena relación de Ricardo Astudillo con Claudia Sheinbaum y sus constantes viajes relámpago a la ciudad de México para reuniones con su equipo, lo confirman.
Ricardo Astudillo, arquitecto de profesión, sigue construyendo ahora en el terreno de la política.
La política es un Partit de Costellada. La traducción al castellano sería como un “partidito” que se hace durante una carne asada; informal, entre amigos. Así es la política.