La candidata del Frente Amplio por México, continúa remontando la ventaja en contra de su adversaria, a pesar de que esta lleva 5 años en campaña.
Encuestas van y encuestas viene diariamente. Unas lanzan enormes diferencias entre las contendientes, otras cierran la diferencia. No vale la pena mencionar números ni encuestadoras, aun no inician las campañas de acuerdo al calendario electoral.
Lo cierto que las diferencias en las preferencias se han venido cerrando. A pesar de que, para los ilusos la elección del 2 de junio próximo ya está decidida, como haciendo propaganda y eco en pro del oficialismo.
Cierto, Xóchitl inició arrasando en popularidad, por las oportunas y certeras respuestas a López Obrador (candidato oficial en campaña), para luego caer en un bache.
Hay quienes critican a X por no tener un plan de gobierno. Esos también se equivocan rotundamente. Son los partidos políticos quienes deben cumplir con los requisitos ante el INE, pero a su debido momento. Los ignorantes de la ley electoral desconocen que ello lo realizan los institutos políticos, no los aspirantes a la Presidencia de la República. Programas y plataforma política a cargo de los partidos.
El presidente López sabe, conoce los datos. Por eso el fin de semana arreció en Veracruz su discurso de odio en contra de la oposición. Literalmente regresó el candidato, se olvidó, una vez más, de su investidura presidencial y optó por la de candidato de Morena.
Seguramente vendrá otra sanción del INE, para calmarlo, aunque AMLO hará caso omiso y seguirá apoyando a su candidata, pase lo que pase.
La candidata oficialista ya no levanta. 5 años en campaña, llegó a tu “tope”, por eso el presidente hace la “otra campaña” a contrapelo, sin importar que, por enésima ocasión viole las normas de equidad constitucional.
En Veracruz, López Obrador se enfrentó a un doble reto. Levantar a su otra candidata, la de ese estado, frente a un gobierno inútil e incompetente, el veracruzano de Cuitláhuac. Éste, de mal en peor, no ata ni desata; la violencia sin control. Necesitaba del apoyo mediático y publicitario del presidente. De paso, ayudar a su “corcholata”. Las cosas se le descomponen al gobierno de la transformación.
Eso sí, la violencia desatada en todo México. Asesinados por doquier. En tanto AMLO pretende minimizar o esconder la verdad y echar culpas de todo a la oposición. El mal gobierno a la vista de todos. No es casualidad que anuncie con “bombo y platillo” el incremento a las pensiones para adultos mayores, a la vez que también anuncie que entregará por adelantado los siguientes 2 bimestres. Más dinero para asegurar el voto, con el engaño, tanto de López como de su candidata, de que, la oposición pretende eliminarla; claro, para “espantar” a los más de 14 millones de beneficiarios para que no voten por Xóchitl, cuando que, las pensiones son apoyadas por la oposición y, además, son garantizadas por la Constitución. Doble mentira a razón de la desesperación del crecimiento en las simpatías hacia Xóchitl. La “corcholata” entrampada en su “doble piso”. Bueno, hasta me bloqueó en la red social de X. Así de desesperados.
Eso sí, los indecisos de hoy tendrán el poder de decidir la elección. Cerca de 25 millones de indecisos o bien no han querido mostrar su preferencia o simpatía, aunque ya saben por quién votar el día de las elecciones. A ningún partido político le alcanza para ganar la elección con sus propios militantes; todos, pero todos adolecen del mismo problema: su militancia real es muy raquítica.
El oficialismo perdió la elección de Ernestina Godoy para regalarle 4 años más como fiscal en la CDMX. Ni con el apoyo de AMLO, ni con las amenazas a las y los legisladores de la oposición, pudieron imponer una vez más a la elegida y amiga del presidente. Ello es una prueba irrefutable de que no son invencibles, se les puede ganar a pesar de las múltiples trampas a las que recurren, como la de difundir que ya tienen ganadas las elecciones. El presidente promovió a su amiga y perdió.
Comento en plural de las elecciones, por la desesperación de AMLO al pretender ganar elecciones no solo de la Presidencia, también las Cámaras de Diputados y Senadores. De ahí su último y tramposo recurso, involucrarse directa y abiertamente en las campañas desde el púlpito presidencial.
AMLO tiene pavor de volver a perder otra elección, lleva varias en su cuenta. Hará hasta lo imposible para arrebatar el triunfo de las elecciones al “pueblo”, como suele argumentar el mitómano. Robándose las elecciones: solo así podría ganar.
La delincuencia organizada ya inició su campaña en respaldo al gobierno de la transformación. Empezaron los asesinatos de aspirantes a cargos de elección popular de la oposición.
Ni así podrá doblegar al pueblo cansado de tantas mentiras, robos, fraudes, ofensas a cual más, divisiones, abusos y dilapidación de los recursos públicos; vamos, obsequios del patrimonio de los mexicanos a los regímenes comunistas de Cuba, Venezuela, entre otros, mientras a las y los mexicanos no les alcanza para sacar adelante a sus familias.
AMLO a un tris de perder otras elecciones y quedarse huérfano.
Héctor Parra Rodríguez