Morena gobierna el Estado de Guerrero, municipio de Acapulco y de paso tiene el gobierno federal. Entonces ¿Por qué teme visitar a los damnificados del huracán Otis en Acapulco?
Las argucias del presidente no tienen sustento, el pretexto de que lo vayan a enfrentar los conservadores y le reclamen si visita el municipio de Acapulco ¿Cómo? Si tiene todo el control de los 3 gobiernos.
Bien sabe el presidente López, que está en pleno proceso electoral y no quiere que manchen su investidura “populachera”, al recibir quejas de los damnificados por muchas razones que bien conoce el tramposo presidente.
Entre las causas que han generado molestias a los acapulqueños, es el desdén con que los ha tratado. Las mentiras amortiguan los incumplimientos en que ha incurrido.
Primera razón del repudio a López Obrador, dado que su gobierno no advirtió a la población la presencia destructora del huracán de intensidad máxima. AMLO tuvo conocimiento de la fuerza destructora de Otis y guardó silencio, dejó a su suerte a los miles de damnificados, habiendo ocasionado muchas muertes. Las autoridades estadounidenses avisaron con anticipación y AMLO, por andar metido en su vocería ignoró la advertencia. Bien pudo evitar muchos daños y muertes. El pueblo acapulqueño no se lo perdona. Una de las razones por las que no se cerca a los miles de perjudicados.
El presidente no brindó la ayuda inmediata a la población. Su actuar igual que su parsimonia al hablar. Lento, lento, lento.
AMLO se robó el dinero del Fonden, luego no tenía presupuesto para la ayuda inmediata; tuvo que buscar de dónde sacar dinero, lo cual también provocó la tardanza en la respuesta. Entonces argumentó que todo el presupuesto de su gobierno podía destinarse a la ayuda, lo cual, por supuesto que es más falso que sus acostumbradas mentiras. Luego intentó echar la culpa al Poder Judicial por no dar el dinero de los fideicomisos; otra gran mentira, ese dinero y problema o disputa legal por la extinción de los fideicomisos, se encuentra en litigio. Más mentiras para justificar su enorme torpeza.
El ejército paralizado por la falta de recursos públicos, el mismo Plan DN-III se quedó “amorcillado”. Luego, el mismo presidente se quedó “atascado” en el lodo al pretender llegar a la zona de desastre por tierra; debió hacerlo por aire. Enorme torpeza de estrategia o tal vez fue intencional solo para salir en la foto.
Los apoyos materiales y económicos, también se asemejan al caminar del mismo presidente de la República: lentos, lentos, lentos. Sin dinero, sin estrategia y sin voluntad de apoyar a los electores que han votado por el movimiento político de López Obrador. Clara traición, otra razón más por la que no quiere que le “manchen” la investidura y pervertir a los morenistas acusándolos de conservadores. Por ello no acepta ir a visitar a los acapulqueños. Lo mismo ha hecho la gobernadora Evelyn Salgado.
Si AMLO tuvieses voluntad, ya hubiera instruido a su vasallo y actual senador Felix Salgado Macedonio, quien supuestamente “controla” Guerrero, ese sujeto bien puede organizarle porras y con acarreados alabar a su mesías. Pero no, prefiere culpar a los acapulqueños de conservadores. No hay excusas ni pretextos del presidente que lo salven de su fracaso político-electoral.
La presidenta municipal de Acapulco, de Morena por supuesto, dio un pésimo trato a los damnificados, exigiéndoles que ellos hicieran la labor de limpieza, que todo querían dejarle a su gobierno municipal y no tenía dinero ¿Dónde esta el dinero del Fonden? La afrenta a los acapulqueños quedó grabada y difundida.
Otra causa más del por qué AMLO se niega a visitar a los damnificados. Después de la tremenda destrucción y desastre ocasionando por el huracán, la delincuencia organizada volvió por sus fueros y ya genera problemas a los acapulqueños. El presidente presumió la llegada de cientos de elementos de la Guardia Nacional y del Ejército Mexicano, quienes supuestamente fueron en apoyo para contener la tremenda rapiña que iniciaron inmediatamente después del fenómeno meteorológico. Literalmente desapareció la seguridad pública. Humo más destrozos y robos frente a las fuerzas públicas que solo hicieron acto de presencia, sin defender a nadie.
Esa misma delincuencia organizada ha generado un paro de transporte público en Acapulco debido a las extorsiones de que son objeto los choferes. Sin transporte público, las patrullas convertidas en transporte colectivo. Un segundo desastre, esta vez ocasionado por la ingobernabilidad propiciada por los 3 gobierno morenistas.
La ineptitud manifiesta de AMLO para gobernar, sus acostumbradas mentiras, su desorganización total y en plena campaña política-electoral, son algunas de las razones por las que el presidente se niega a visitar a los damnificados de Acapulco.
Sin lugar a dudas el presidente Andrés López teme la ira, los justos reclamos de los miles y miles de damnificados engañados por el gobierno de la transformación. Es más fácil, como acto de campaña, culpar a los conservadores, sus eternos fantasmas.
Vaya que le cobrarán electoralmente la factura a Morena y al mismo presidente por la burla de que han sido objeto los damnificados, quienes también son pueblo, frase desgastada que no aplica en pro de los guerrerenses, solo en favor de los delincuentes.
Por cierto, esta vez la candidata oficialista ha hecho caso omiso y tampoco se ha atrevido a visitar a los dolidos damnificados, acción que sí realizó la candidata de la oposición Xóchitl Gálvez Ruíz, en tierras aparentemente morenistas.
Héctor Parra Rodríguez