A nadie escapa la certeza legal y política de la intención que tiene el presidente López Obrador, de generar la mayor parte de problemas para que su candidata “gane” la elección sea como sea.
No está dispuesto a respetar la voluntad de los electores, alegará fraude.
Trastoca cualquier norma constitucional y legal para ensuciar el proceso electoral.
Los organismos electorales lo sancionan por intervenir ilegalmente en la contienda del proceso e insiste en “encaramarse” como otro candidato por la carrera presidencial.
Dio instrucciones a la bancada de senadores de su partido en la Cámara alta, para que no nombren a los 2 magistrados que deben integrarse a la Sala Superior del TEPJF. Meses tienen las propuestas que envió la SCJN y no eligen a nadie. La oposición sola no alcanza la votación de las 2/3as partes.
Hace uso de recursos públicos en apoyo a su candidata desde la tribuna del adoctrinamiento mañanero, quebranta la equidad y la legalidad.
Las hordas morenistas destruyen publicidad de la oposición con descaro y sin disimulo.
La delincuencia continúa asesinando aspirantes a cargos de elección popular o a políticos y se impone la política de abrazar a los delincuentes.
De entre el maremagnum, desorden, confusión y generación de problemas auspiciados por el presidente Andrés López, está presente como aspecto de importancia trascendental, la falta de 2 magistrados en la Sala Superior del TEPJF ¿Qué tiene de extraordinario? Ello ha llamado la atención de los expertos en la materia, los legos ni por enterados o no les importa.
De acuerdo a la legislación vigente, deben ser 7 los magistrados que conformen el pleno de la Sala Superior. Por conclusión del término del nombramiento, 2 magistrados dejaron el cargo hace meses. La SCJN, responsable de formular la propuesta de los nuevos magistrados, cumplió en tiempo y forma.
AMLO y sus huestes aseguraron que no eran confiables, de ahí la resistencia a designar a los 2 magistrados faltantes.
La norma prescribe que, deben ser, al menos, 6 de 7 magistrados los que realicen la calificación de la elección presidencial y demás trámites.
¡Alerta! Faltan 2 magistrados.
La pretensión, continuar con 2 cargos acéfalos y si, llegado el caso, pierde la candidata de AMLO, pretenderán, desde el mismo epicentro del poder, pedir y promover la anulación por la falta de quorum. Y ¿De quién es la responsabilidad de que no se conforme el quorum? Precisamente de aquellos que no quieren que se conforme ese número de 7 magistrados y dejan de nombrar a los 2 restantes. Generar caos, el expertise del presidente.
Lo bueno que los legisladores, los pasados por supuesto, dejaron una ventana de oportunidad para evitar el caos constitucional y el pretendido golpe blando que quiere asestar el presidente intentando causar ese golpe de estado al que tanto alude, con premeditación, alevosía y ventaja, cual acto delincuencial; esta vez, en perjuicio de la democracia y de las y los millones de mexicanos que no le ratificarían el triunfo del 2018.
Avizorando la solución del problema, la presidenta de la Sala Superior del TEPJF, Mónica Soto, el pasado fin de semana adelantó la solución a la sucia jugada de las y los senadores de Morena y del propio primer mandatario.
Sí se podrá llegar a la calificación de la elección presidencial en caso de que los miembros de la transformación se nieguen a nombrar a los magistrados restantes y se alcance, en su momento, el quorum legal para la calificación.
La solución esta en la misma norma vigente. La Sala Superior podrá designar a un sustituto o sustituta temporalmente. Resuelto el problema legal, aquellos se quedarán con las ganas de anular la elección por esta perversa vía.
Algo semejante a lo que determinó la SCJN en relación al pleno del Inai; los senadores tampoco han nombrado a los comisionados faltantes, la Corte, mientras tanto, facultó al Inai para tomar acuerdos con los 5 comisionados actuales hasta en tanto los omisos nombrar a los 3 faltantes.
No es la solución más recomendable, mas es legal de pleno derecho; pero, ante la resistencia y omisión de los senadores morenistas de nombrar a cualquiera de los propuestos por las y los ministros, existe una salida legal. Enhorabuena.
Un escollo menos en el sucio camino del sucio “demócrata” que ocupa la Presidencia de la República.
Héctor Parra Rodríguez