Es natural que en todo proceso de construcción existan desacuerdos. Lo peor es polarizarse entre blancos y negros sin ver la escala de grises en donde se pueden encontrar las coincidencias. La clase política causa suspicacia por sí misma, es natural tomando en cuenta que ni entre ellos se ponen de acuerdo y, por consecuencia, suponemos que con ningún político puedes llegar a buen puerto.
“La burra no era arisca, los palos la hicieron”; sin embargo, el proceso de construcción de una nueva ley de Participación Ciudadana para Querétaro puede convertirse en una muestra de que es posible generar grandes avances. Las propuestas de diversos colectivos y del Instituto Electoral queretano circularon en torno a la mesa de trabajo coordinada por la Comisión de Participación Ciudadana del Congreso local y acompañada por la Secretaría de Planeación y Participación Ciudadana.
Es innegable que durante el proceso hubo rispidez, pero también debe reconocerse que siempre hubo voluntad de acuerdos y el objetivo común de dotar a Querétaro de una de las mejores leyes de Participación del país.
“Nadie es monedita de oro y cada quién habla conforme le fue en la feria”; en este caso me consta el trabajo de articulación realizado por la diputada Graciela Juárez, demostrando claridad y trasparencia en las mesas con la representación de los colectivos. Hubo oficio político y mucha coordinación con Toño Rangel, secretario de Planeación y Participación Ciudadana del gobierno estatal, quienes, en conjunto, lograron los consensos para que esta iniciativa pudiera transitar.
Los avances son muy importantes, como en todo, esta iniciativa es perfectible, pero estoy seguro que de aprobarse será detonante de participación y articulación de la Cuádruple Hélice. La contribución a la nueva ley por parte de los colectivos es invaluable y en lo consecuente será en el activismo donde encontremos la vía para que esta ley genere frutos.
Llevamos más de una década con una ley de Participación Ciudadana inerte, que es letra muerta casi imposible de activar. Hoy existen los consensos, hay acuerdo entre los colectivos, el Instituto Electoral y la Legislatura. Hagamos lo posible por mantener estos acuerdos y que el inicio de las campañas electorales no sea un factor que afecte la aprobación de esta iniciativa de ley.
Los legados son importantes; por parte de los colectivos ser impulsores de una ley de vanguardia; por parte del OPLE queretano tener la avanzada en el fomento a la cultura cívica; por parte del Poder Ejecutivo, seguir con la inercia derivada desde la creación de la dependencia comandada por Toño Rangel. Y para Graciela Juárez convertirse en una aliada de la ciudadanía que, desde su posición legislativa, pugno por la progresividad de los derechos humanos.
Al tiempo…
@CesarZafra