KORS. Aunque se procuró que pasara desapercibido, no lo fue para nadie del círculo rojo el hecho de que esos despampanantes tenis negros con blanco pisaran tierras queretanas al final de la semana pasada. El señor Michael Kors estuvo de visita acompañando a uno que otro candidato, pero eso no es lo relevante, lo interesante fueron las reuniones secretas, esas que nadie confirma pero que tampoco nadie niega. Dicen -en serio, solo dicen- que sentaron en el banquillo de los regaños a Chema Tapia. Su exjefe en la Secretaría de Gobernación dialogó con el aspirante y, dicen, Tapia salió con cara larga de aquél encuentro. Palabras más, palabras menos, la cosa fue: “calladito se ve usted más bonito”. Tsss.
ENCABRONADO. Así anda justamente Chema Tapia desde hace dos semanas. No platica con medios, las banqueteras las da corriendo, no ofrece ruedas de prensa y solo asiste a entrevistas exclusivas (ya concertadas, vaya). El tema de fondo es que ya no quiere ser cuestionado por el asunto de su patrimonio, cosa que incluso ya se ha convertido en bullying en el Instituto Cumbres. Trasciende -solo trasciende- que se ha quejado de que no le advirtieron que la cosa se iba a poner así de cabrona. ¿Pues qué esperaba?
DIÁLOGOS. ¿Qué estaban pensando en el Instituto Electoral cuando hicieron los “Diálogos”? Un perro atropellado jala más gente que ese deforme formato que se sacaron en el IEEQ -cual ideota millonaria- dizque para contrastar ideas y puntos de vista. La gente -sí, esa entelequia- quiere ver la expresión corporal y más detalles que envuelven a los candidatos cuando les ponen a aguantarse el chorrillo del coraje que les da con los ataques que reciben. Por eso muchos corrieron a los brazos de la UAQ o al programa de Marco Lara, dónde casi casi les prestaban navajas o guantes de boxeo por si fuera necesario. Ojalá para el 2027 rectifiquen.
FELIFER. Guango, guanguísimo estuvo el cierre de campaña. Ya ni hablar del pronunciamiento de casi 6 minutos, estuvo igual o más lánguido que una persona postrada en cama esperando su destino. Ya, hablando en serio: los críticos esperaban más sustancia; el pronunciamiento político no fue tan impactante; la movilización, aunque buena, se verá contrastada con el arrastre orgánico que pueda tener La Adictiva este lunes en la tarde. PC habló de 10 mil, pero otras cifras tentaban los 6 mil asistentes al estadio Olímpico. Las alarmas están encendidas desde hace 2 semanas, pues las encuestas (las internas, las buenas) dan un panorama menor al esperado. ¿2018, eres tú?