“Todo lo que escuchamos es una opinión, no un hecho. Todo lo que vemos es una perspectiva, no la verdad”.
AÑO NUEVO. Este 2025, y parte del 2026, serán cruciales para el proyecto estatal. La gestión del estado tiene ante sí una serie de cuestiones que resolver para cambiar el evidente rumbo que este tablero está tomando. Nos dejaremos de narrativas cromadoras para no llenar de innecesarias ideas estas líneas y nos avocaremos a lo que de botepronto es menester apuntar. Paseo 5 de Febrero, la obra que hasta ahora siguen resintiendo los ciudadanos que cruzan por esta vialidad. Agustín Osornio, líder de la organización Saca la Bici, fue moderado en su lenguaje al momento de subrayar las deficiencias del proyecto, pero contundente en su crítica que, básicamente, se resume en un “queda a deber”. Mil auditorías no quitarán el sabor amargo.
Otro elemento del entorno público que fue trastocado y que, con ello, se movió una de las fibras más sensibles del queretano es el de la seguridad. Sobra decir que el evento de Los Cantaritos definió con mucha claridad un antes y un después justamente en ese entorno público. La idea de percepción viene a constituir una concepto que muchos observan con desdén pero que otros miran como el Santo Grial. Gobernar con base en la manipulación de la misma puede jugar a favor, no obstante si no se hace correctamente, juega muy en contra. El ciudadano promedio esperaba un despliegue de fuerzas civiles nunca antes visto, más que un programa que no termina de ser claro. Lo que no se mide no se puede cambiar.
La oposición, la más rapaza e irracional representada en la carne y hueso de Gilberto Herrera Ruiz y su sancho panza, ‘Avse’ (?) Fernando Flores, se viene estructurando desde hace 6 años con un discurso anquilosado pero al que López Obrador le sacó todo el jugo posible. Herrera emplea la misma narrativa a nivel local y, pareciera, que nada le puede detener la boca a toda la retahíla de mentiras que balbucea cada vez que tiene un micrófono delante de sí. Capitaliza, opera y revienta. “Ricos / pobres; gobierno malo / pueblo bueno; prianistas corruptos / morenistas honestos” y así, una serie de dicotomías que contrastan al yin y el yang de un modo muy concluyente y claro para el queretano promedio. El problema no es que mientan, el problema es que les compran lo que dicen porque les hace “match” con su “realidad”.
El panorama es complejo, es un escenario bastante difícil de desdeñar con muchos eventos que ocurrieron y que se siguen manifestando en la entidad. ¿Hay tiempo? Por supuesto. Este año, sí o sí, es o debe ser el del golpe de timón.
QUE DICE QUE NO. Luego de que lo candidatearan el 28 de diciembre con una “bromilla”, el titular de SEDESU, Marco del Prete, agradeció que se le considerara para competir por un cargo en el 2027, pero indicó que él de momento estaba enfocado en su chamba. O sea, la respuesta de político (esa que el ciudadano ya no cree). Ya todo el círculo rojo sabe que sí quiere y que lo andan poniendo a bailar en las calles y a darse tremendas duchas de pueblo. Claro que su mesura es comprensible: no quiere asomar la cabeza antes de tiempo y que lo empiecen a madrear desde ya. Otro más al largo listado azul. Lo que sí es que unas clases de baile no le vienen mal a nadiennn.
PROMOCIÓN PERSONALIZADA. El que ya no se mide mucho para andarse promoviendo es el delegado de Santa Rosa Jáuregui, Mauricio Zumaya Arana. Las aspiraciones son válidas, pero andarse quemando a los 3 meses de iniciada la gestión es ya vomitivo en un entramado social en el que la política y los políticos son mirados con esquivez. Probablemente el muchacho no lo sepa, pero es visto como el mandadero de una expriista, exrredesista y expetista (¿Arribistas? naaaaaaaaaaa, para nada). En fin, ojalá se ponga a trabajar porque vaya que su demarcación lo necesita: negocios sin licencia por montones y carencia de servicios son solo algunas de las cuestiones en las que tiene que apuntalar sus esfuerzos, en vez de ponerse a saludar a la gente en el nuevo kiosco.
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