Laura Leyva, exlíder del STEUAQ; del exilio al triunfo
Corría el año 2011 cuando la máxima casa de estudios llevaba a cabo su proceso electoral para elegir nuevo Rector, quizás uno de los momentos más críticos y de mayor fricción en la historia de la UAQ. ¿Resultado? Voto universal a favor de Marco Carrillo, voto de Consejeros a favor de Gilberto Herrera Ruiz.
Las circunstancias de aquella elección fueron tan conflictivas y dramáticas que incluso uno de los profesores operadores estrella de Herrera fue grabado mientras enviaba mensajes amenazantes a profesor y alumno. Fue denunciado en su momento. De ese tamaño el asunto.
Pero a diferencia de otros procesos anteriores, el «pleito democrático» no acabó ahí. El otrora nuevo Rector (hoy Senador) llevó a cabo una persecución maniática en contra de quienes no le apoyaron, entre ellas la entonces líder del Sindicato de los Trabajadores de la UAQ, Laura Leyva Saavedra. Durante su gestión como Secretaria General sintió el poder de la Rectoría hasta la médula, puesto que el jefe máximo de esa institución pretendía un Sindicato con Comité a modo, llegando incluso a violentar corrosivamente el contrato colectivo. Francos abusos y calumnias de aquellos años. Hasta decían que Leyva se había robado dos millones de pesos, cosa que nunca pudieron comprobar.
De acuerdo con lo trascendido, uno de los tantos abogados generales le pidió retirarse del Sindicato, o bien, tomar alguna coordinación. Como si fuera un ogro filantrópico. Se argumentó, risiblemente, que «había faltado el respeto a la autoridad universitaria.» (lo que sea que eso signifique.)
El tiempo pasó y la presión continuó al grado de terminar corriéndola. Le prohibieron hablar con la actual Rectora, pretensión que hubo para tratar de solucionar su situación. Ante el artero y constante acoso, así como la imponente muralla que levantaron para el diálogo, la obligaron a caminar directo a la Junta.
A penas hace unos días dicha instancia falló a su favor (una vez más). La Universidad será notificada.
En lo personal conocía su historia de manera mediática, pero tras charlar con ella y ofrecerme detalles, estos se tornan siniestros y revelan la abyecta intención de quien pataleó por ver frustrado su deseo.
La doctora Teresa García Gasca es una persona con pies en la tierra, abierta al intercambio pero sobre todo sensata. Un perfil completamente distinto. Leyva dice confiar en la buena voluntad de la máxima casa de estudios y en la garantía que le ofrece la Ley.
Veremos.
DIEGO PARRA GARCÍA
TWITTER: @LaEspadaDeSanti
Muchas gracias por la entrevista, siempre tan profesional.