El Circo en el Club Campestre
Luego de los hechos ocurridos el pasado viernes, el mayor problema en el Club Campestre de Querétaro no es la seguridad, sino el circo que se ha desatado entre sus socios. En lugar de cerrar filas, se han dedicado a echar culpas y a lanzar comentarios insanos contra las propias víctimas.
¿La razón de tan grotesco espectáculo? Los agredidos son señalados por haberse atrevido a llevar, en alguna ocasión, al regidor de MORENA, Fernando Flores, a documentar los abusos de la administración. La traición a la clase y el pecado de colaborar con el “enemigo” parece ser más grave que el asalto mismo.
Con su absurda vendetta política, estos socios han demostrado que su mayor enemigo no está afuera, saltando bardas, sino adentro. Al final, los hechos no expusieron su vulnerabilidad, sino su mezquindad, su cobardía y su profunda hipocresía.