Mauricio Kuri González tendrá que ser quien incline la balanza, sí o sí, de cara a la próxima elección del presidente del Tribunal Superior de Justicia.
Por favor, no se me vayan a rasgar las vestiduras con dicha afirmación. Sería muy ingenuo de nuestra parte hacernos los persignados si pensamos que el Ejecutivo es totalmente ajeno a situaciones de esa envergadura. Por supuesto los votos de los magistrados tienen su respectivo peso, pero si las cosas se aprietan seguramente le pedirán su opinión al próximo mandatario.
La verdad es que se vislumbra una situación bastante compleja por la prosapia política que abraza a este próximo acontecimiento. Y por lo que se ve, por lo que se escucha y casi casi se olfatea, el próximo titular del Tribunal pudiera ser una Presidenta: Mariela Ponce o Cecilia Pérez. No obstante las fuerzas que están inmersas provocan muchos nubarrones en torno al escenario.
Dicen los más doctos en la materia que si la cuerda se tensa demasiado, un tercero pudiera ser la forma de soslayar cualquier asunto de patadas. Y sería un hombre. Suele ser lo más cómodo, pero siempre en alguna de las partes queda ese ceño discretamente fruncido y unos labios que se muerden por dentro.
Otros aventurados señalan que la decisión esta vinculada a otro tipo de nombramientos, motivo por el cual hay corbatas aflojadas y manos con mucho sudor.
De las mencionadas, ambas cuentan con el respaldo de sus compañeros, tienen la experiencia suficiente y cuentan con un capital político que les podría dar el leve empujoncito que requieren para llegar a la apoteosis de su carrera en el Poder Judicial de Querétaro.
Pero basta de esta retahíla de comentarios. Seguro usted estará esperando a que este amante de la especulación le entregue algún nombre, pero lamento decirle que no será así. Podemos echarnos el trompo a la uña de comentarle alguno que tenemos en la punta de la lengua pero la uña es mía, querido lector.
No comamos ansias y esperemos solo unos pocos días para conocer a la que puede venir.
PARA EL CIERRE
Fuerte preocupación entre el gremio periodístico se suscitó este domingo 19 de septiembre, luego de que un reportero fuera retenido contra su voluntad por habitantes del fraccionamiento Villalba, en el municipio de Corregidora. De acuerdo con versiones vertidas en redes, el joven se encontraba realizando su labor periodística, para luego ser increpado por vecinos del lugar quienes le quitaron su celular y le impedían retirarse. Lo anterior, aparentemente, se dio frente a la maniática pasividad de oficiales municipales. Por alguna razón no extraña la excesiva permisividad.
Diego Parra García
Twitter: @LaEspadaDeSanti