Magistrado misógino.
El día de ayer en la conmemoración del 68 aniversario del voto femenino en México, el Tribunal Electoral del Estado de Querétaro difundió a través de sus redes sociales que “es deber de las autoridades electorales- entre ellas el TEEQRO- garantizar que las mujeres puedan ejercer libremente sus derechos políticos”, sin embargo el actual presidente de ese Tribunal, el magistrado Martín Silva Vázquez demuestra en los hechos, una vez más, su misoginia y rechazo al empoderamiento de las mujeres.
Resulta que el pasado dos de octubre terminó el periodo de Monica Soto, como la única mujer que ocupaba un espacio en el Pleno del Tribunal Electoral de Querétaro, por lo que mientras el Senado de la Republica elige a la mujer que habrá de ocupar esa magistratura, los dos Magistrados en funciones debían ponerse de acuerdo en quién ocuparía temporalmente ese espacio.
Mientras la propuesta del magistrado Ricardo Gutiérrez Rodríguez fue una mujer, para así preservar la equidad de genero en el Pleno del Tribunal, el magistrado Martín Silva propuso a un hombre de su ponencia, es decir uno de su equipo, para que fuera magistrado. Ante el empate de propuestas Martin Silva, abusando de su posición de presidente del Tribunal, ejerció su voto de calidad e impuso a su subordinado, dejando a las mujeres del Tribunal fuera de la posibilidad de ocupar esa magistratura y convirtiendo al Pleno del Tribunal como un espacio de puros hombres por primera vez en su historia.
Y esa vergonzosa situación se mantendría en Querétaro, justo en el día de la conmemoración del voto femenino en México, si no es que el magistrado Ricardo Gutiérrez al verse superado por el “voto doble” de Martín Silva y para preservar la equidad de genero en el Tribunal, anunció ceder su lugar en el Pleno a una mujer, mientras el Senado no nombre a la mujer que deberá de ocupar la magistratura vacante. Gracias a ello hoy ya hay una mujer como magistrada del TEEQ.
El Tribunal Electoral y su presidente, deben de predicar con el ejemplo el respeto al principio de equidad de género, ya basta que sus palabras digan una cosa y sus acciones otra, es el tiempo de las mujeres. Ni un paso atrás.