Resulta que después de más de 3 meses de haber bloqueado las vías del tren en el Estado de Michoacán (Uruapan, Caltzontzin, Pátzcuaro, hasta el puerto de Lázaro Cárdenas), de pronto fueron liberadas; razón por la cual empresarios y comerciantes perdieron cientos de millones de pesos. Por fin se decidió el gobierno de AMLO a intervenir y “desalojar” a los profesores rijosos de la CNTE, quienes impunemente ocasionan daños y perjuicios y la justicia los perdona.
Estimado lector, no vaya a pensar que todo se debió a una decisión política para combatir la impunidad de los profesores; no, todo se debe a que hoy Morena gobierna el Estado de Michoacán, con Alfredo Ramírez Bedolla y antes de él, era gobernado por el PRD. López Obrador, dejó solo a Silvano Aureoles Conejo, acérrimo enemigo político que se atrevió a denunciar la intervención de la delincuencia organizada en las pasadas elecciones y calificar a Morena, como un Narco-Partido.
El desdén presidencial hacia Silvano Aureoles fue aberrante y humillante. No fue recibido el entonces gobernador en Palacio Nacional, AMLO lo dejó en la calle esperando inútilmente en un pequeño banco, espera infructuosa, nunca le abrieron la puerta. Escena jamás vista. Un gobernador en la calle pidiendo audiencia al presidente: no fue aceptado en Palacio Nacional. Así de pesado, grosero, sin cortesía política es Andrés López, cuando ejerce su desprecio.
Además del “desalojo” de los profesores por medio de la fuerza pública en la que intervino personal del Ejército, Guardia Nacional y policía estatal, el gobernador morenista sacó dinero de su bolsillo y pagó salarios a los profesores, además de bonos y otras prestaciones. A Silvano Aureoles dejó de darle las aportaciones federales, el gobierno de López Obrador lo ahorcó. Así que, el problema fue resuelto en unos cuantos días. Apoyo de las fuerzas armadas que antes lo negaron y millones de pesos para resolver el conflicto magisterial. Trato injusto y diferenciado al enemigo político. A los de casa color guinda, lo que necesiten.
Eso no fue todo, días antes entraron elementos del Ejército y la Guardia Nacional, a la zona conocida como tierra caliente, en el mismo Estado de Michoacán, con el propósito de replegar a los grupos de la delincuencia organizada. Otro acto más que prueba el manejo veleidoso de las fuerzas armadas, por parte del presidente de la República.
¿Acuerdo innombrable entre López y la delincuencia? Sospechoso que los delincuentes no hayan hecho uso de su “armamento pesado” y se hayan replegado sumisamente, sin derramamiento de sangre. Así no actúa la delincuencia si no hay acuerdos inconfesables, en el caso en comento no cabe duda que hay líneas de conducción entre el gobierno de la 4T y la delincuencia organizada de aquella zona de Apatzingán, Michoacán.
AMLO dejó solo al gobierno de Silvano Aureoles, quien nunca pudo controlar la extrema violencia que existe en ese Estado, lugar que se llenó de delincuentes ante la falta de personal de seguridad pública local y federal. Allá se cobra piso a medio mundo, sobre todo a los productores de limón y aguacate, no se diga el estipendio que deben pagar todos los negocios. Por la calidez del clima y la enorme extensión territorial del Estado, la siembra de marihuana y amapola es explotada con cinismo sin que las autoridades del orden público intervengan, es zona explosiva de alto peligro.
Propios y extraños refirieron que, gracias a la delincuencia organizada Morena ganó las elecciones en Michoacán. El presidente pidió denuncias. Nadie en su sano juicio iba a presentar denuncia alguna de la abusiva participación de la delincuencia organizada, so pena de ser asesinados. Juego sucio del mismo presidente de la República. Sabe y prefiere ignorar que existen delitos que se persiguen de oficio, no requieren denuncia alguna; pero no, prefiere solapar a los delincuentes y no actuar en consecuencia ¿Dónde quedó aquello de castigar a los delincuentes electorales sin derecho a fianza? AMLO tiene bajo sus órdenes el “sobajero” del Fiscal General, Alejandro Gertz Manero, quien por andar plagiando documentos, no tiene tiempo de atender su responsabilidad, es más sencillo perseguir a detractores de AMLO, que a los delincuentes, esos sí son peligrosos, incluso perseguir a la familia e injustamente mantenerla en la cárcel. Así de turbio es Gertz Manero.
AMLO demuestra con sus actos la veleidosa de su política en el ámbito de la seguridad pública. Como ningún presidente, él tiene el control total de las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional.
Tolera a la delincuencia, logra inconfesables acuerdos con ella. Sus acciones no dejan duda alguna, no se requiere denuncia alguna para saber la existencia del amasiato. A la CNTE la sigue utilizando como arma de desestabilización. Y al PRD, su antiguo partido político que lo catapultó y lo hizo millonario con el presupuesto público que manipuló en el DF, lo sigue hundiendo, por eso nunca dio respaldo a Silvano Aureoles en Michoacán.
Héctor Parra Rodríguez
Twitter: @hectorparrargz