Después de mantener por 15 meses “presión” a Emilio Lozoya, para que denunciara a los detractores de AMLO, por el caso de los sobornos de Odebrecht, los delincuentes de la 4T, decidieron quitarle la protección al inculpado para enviarlo a la cárcel, mientras se desahoga el proceso penal. Por lo pronto, dejó de ser “testigo protegido del gobierno”.
15 meses mantuvo entretenida a la audiencia el presidente de la República. Incluso algunos dudaban si Emilio en realidad estuviera en reclusión domiciliaria, mientras fungía como “testigo protegido de López”. El asunto se aceleró con la difusión que diera Lourdes Mendoza, cuando Lozoya cenaba placenteramente en un restaurante lujoso en la Ciudad de México. AMLO exigía más pruebas para acusar a Ricardo Anaya, Luis Videgaray, incluso al mismo Enrique Peña. Esas pruebas nunca las pudo tener Andrés Manuel.
Ricardo Anaya Cortés, fue desgranando las mentiras de las acusaciones que fraguó el Fiscal General, junto con Lozoya y la aprobación de López Obrador. Anaya fue horadando una por una las mentiras hasta derrumbar el castillo de naipes que construían. El panista, con los miles de documentos que obran en manos de Alejandro Gertz Manero, dejó en ridículo a la autoridad. Desveló muchas de las fallas de la supuesta participación de Anaya, en actos de corrupción cuando fuera diputado federal; tan “garrafales” los errores de Gertz, que erró en las fechas de entregas de dinero y aprobación de la reforma energética, producto de la supuesta corrupción con Odebrecht. Nada le salió bien a López y a su torpe esbirro en la Fiscalía General de la República.
Error tras error desaparecieron las acusaciones de Lozoya que le preparaba la Fiscalía, entiéndase Gertz Manero. Frente a la ineptitud y el juego perverso de tener a Lozoya como “testigo protegido”, porque estaba aportando pruebas en contra de los enemigos del presidente, la paciencia se les agotó. Con Ricardo Anaya no pudieron, defensa brillante que realizó en las redes sociales, así trascendieron las trampas del titular de la persecución de los delitos y delincuentes, de quien tiene a su cargo “procurar justicia” ¡Anaya los desnudó!
Unos y otros inmersos en el juego perverso de entretenimiento. Luego se conjugaba con la penosa acusación en contra de Rosario Robles, perseguida política de AMLO. Todo en contra del torpe presidente. Y Lourdes Mendoza vino a descomponer el “teatrito” o tal vez alegrarlo y cómo no hacerlo si el mismo Andrés López Obrador, acusó públicamente de corrupta a la periodista. La venganza es bella, dirían algunos.
Pero, al malabarista de AMLO no le faltan temas para entretener a sus seguidores. Como siguiente acto vienen otras actuaciones, como la frustrada reforma eléctrica y la “revocación de mandato”. Literalmente desesperado el presidente, nada le sale bien, aunque presuma ser popular entre su “grey”, que no es lo mismo con los casi 100 millones de ciudadanos y ciudadanas mexicanas.
Han sido varios los “estoconazos” al presidente de la República, todo por prepotente, autoritario y abusivo. Olvidó la existencia de oponentes en serio (siempre lo puso en ridículo en los debates para la Presidencia), como Ricardo Anaya; que también existen autoridades que no están a su disposición; y que en las redes sociales ya no lo toleran, salvo sus “granjas de bots”, es lo que infla la popularidad de AMLO, todo es ficticio en las redes. El acabose, sus funcionarios son un “puñado de ineptos”.
A López le urge inmiscuirse en el proceso de revocación de mandato para seguir teniendo presencia con sus seguidores, quienes, por cierto, la enorme mayoría son comprados con “donaciones económicas, aquellas que a la iniciativa privada prohíbe, pero AMLO derrama dinero con costales. Luego descubren los fraudes con su programa Sembrado Vida, ha trascendido que se han “robado” 4 mil 200 millones de pesos, dinero que obtienen quitándoselo a los beneficiarios. Luego los norteamericanos han alzado la voz por la atroz iniciativa de contrarreforma eléctrica, que ocasionaría serios problemas con inversionistas extranjeros y el claro encarecimiento del consumo de la energía eléctrica; este asunto es más de carácter “ideológico”, que comercial: regresar el monopolio a manos de López Obrador, no del Estado.
La maraña de problemas que ha generado AMLO, por no dedicarse a gobernar lo ha entrampado, por esa razón lanzó a Lozoya a la cárcel, la función se terminó. Pero les falta saber en dónde quedó el dinero de los sobornos, hecho que saben hace tiempo en los EUA, en México, nada.
No olvidemos que el asunto Odebrecht lo “destapó” el gobierno de Enrique Peña Nieto y López Obrador, como si se tratase de un pacto perverso ¿o sí lo es?, fue tras Lozoya, sin imaginar que Ricardo Anaya lograría desmadejar las mentiras del presidente, luego la evidente torpeza de Gertz Manero, fue concluyente.
Como para cerrar esta primera función teatral de entretenimiento, para colmo de López, Lourdes Mendoza, terminó por “empinar” los trastupijes de la FGR (por órdenes de AMLO). La reforma eléctrica (contrarreforma) no será aprobada, el proceso de revocación a punto de perderlo, la rampante corrupción de su programa Sembrando Vida y sin más coparticipes en el asunto Odebrecht para encarcelar; parece que la obra de teatro está a punto de concluir.
Todo se sucedió en tan solo una semana. El colmo, en la mañanera de ayer fue desnudado un “youtuber”, que asiste a las conferencias de López y la hace de “mandadero de su programa”. Mal y de malas para Andrés López Obrador.
Héctor Parra Rodríguez
Twitter: @HectorParraRgz