Este suelo no está parejo
La participación ciudadana tiene más beneficios que el nopal. Es el derecho a participar en las decisiones que nos afectan a todos. Es entrarle a las causas, incluso, sin la necesidad de ser parte de la causa.
Hace unos días escuché que la indiferencia a las causas ayuda a afilar la guillotina que después puede usarse en tu contra.
La participación ciudadana debe ser vista desde lo local. Cualquier político que ostente un “hueso” está para resolver, y si la riegan, que haya consecuencias; que corrijan las cosas.
Recientemente 37 organizaciones de la sociedad civil respaldaron una propuesta para una nueva Ley de Participación Ciudadana. Fue presentada ante el Congreso local, la Secretaría de Planeación y Participación Ciudadana, y el Instituto Electoral.
¿Y para que tanto brinco, si el suelo esta tan parejo? Pues en realidad, en este caso, el suelo no está tan parejo. Querétaro cuenta desde hace 12 años con una Ley de Participación, pero dicha legislación NUNCA ha podido ser activada ya que es tan restrictiva como la burocracia norcoreana.
La iniciativa propuesta contempla 16 mecanismos y una mayor accesibilidad en todos ellos. Entre ellos está la Iniciativa Ciudadana, Plebiscito y Referéndum. También están las Audiencias públicas, el Cabildo Abierto, Comités de Participación, Planeación y Presupuesto Participativo, Parlamento Abierto, entre otros.
En necesario aprovechar el ánimo y empuje de los colectivos a favor de esta ley, y la voluntad existente, tanto del Poder Ejecutivo, como el Legislativo para sacar adelante esta legislación. Es posible construir y aprobar una ley que sea un referente nacional, pero también que sea un modelo de articulación de la Cuádruple Hélice.
Deslinde
Las organizaciones de la sociedad civil congregadas la nueva Ley de Participación Ciudadana llevan más de un año trabajando y cabildeando su propuesta, este trabajo debe ser respetado y por supuesto cuidado. Siempre existe el riesgo de que algún “vivillo” quiera aprovechar para llevar agua a su molino, por eso, antes de que caiga en la sopa, es necesario espantar las moscas.
Para decirlo claro, un senador afín al conspracionismo neobolchevique de apellido Herrera, quiso subirse al tren. Simuló una especie de “consulta” con plumones y lonitas, cuya metodología se pasaba por el arco del triunfo cualquier rigor técnico que ejercicio serio de sondeo requiere.
Afortunadamente su ocurrencia no logro tiznar el ejercicio serio de las organizaciones de la sociedad civil, mismas que se deslindan de partidos políticos y/o cualquier tipo de política partidista. Cada quien, en su carril, con respeto, pero cada quien por su lado.
Cada chango en su mecate.
Cesar Zafra