No cabe duda que el presidente de México, López Obrador, cree vivir en tiempos de la Edad Media, por eso habita un Palacio de 40 mil metros cuadrados, construido en el año de 1522, sede de la residencia de Hernán Cortés.
Su confusión en tiempo y espacio lo ha hecho “exigir al gobierno español”, que pida perdón por aquello de la conquista y los saqueos de los reinados; que, para entonces no existía España ¿Cómo exigir a un gobierno la realización de un acto si entonces no existía? México tampoco existía como nación. Hernán cortés, después de la tremenda batalla que sostuvo con los aztecas y la caída de Tenochtitlan, hoy ciudad de México, logró conquistar nuestras tierras en el año de 1521.
Con pensamiento de la edad medieval el presidente López Obrador, por cierto, de raíces ibéricas, sigue fustigando a los españoles, acusándolos de seguir saqueando a México por medio de empresas españolas, de llevarse el dinero que debiera ser para los pobres ¿Se referirá a su hijo Juan Ramón López Beltrán?
Además de su falta de cultura, preparación académica, desconocimiento jurídico local y de Derecho Internacional Público y de vivir en el pasado, trastoca relaciones diplomáticas con el Estado español, de suerte tal que el pasado miércoles salió con otra “batea de babas”, al declarar en la “mañanera” que su gobierno hará “una pausa en las relaciones diplomáticas con España”. Ese gazapo no existe en el Derecho Internacional. Así de neófito e informal el presidente de México ¿Hacer una pausa en las relaciones diplomáticas? ¡¿Qué es eso!?
Al día siguiente matizó su torpe, pero cizañera declaración. No hubo necesidad de esperar mucho tiempo la respuesta diplomática de las autoridades españolas.
El ministro español de Exteriores y Cooperación, José Manuel Albares, afirmó que su país “rechaza tajantemente las injustificadas declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, por los abusos que el mandatario asegura haber percibido por parte de algunas empresas españolas”.
El Ministro también espetó en un comunicado: “España y México somos socios estratégicos y estamos unidos por profundos lazos humanos, culturales, históricos, lingüísticos y económicos”. “España trabajará siempre por mantener las mejores relaciones con México y reforzar los lazos con este pueblo hermano” ¡Qué distinta manera de expresarse!
De tal suerte que el gobierno español, le recordó a AMLO, que más de 175 mil españoles viven en México y cerca de 30 mil mexicanos residen en el país europeo. Además, España es el segundo inversor en la nación latinoamericana y cuenta con 7 mil empresas en ese país y la inversión se eleva por encima de 70 mil millones de euros ¿Por qué entonces las ofensas de López Obrador hacia el gobierno español y sus empresarios?
Sin embargo y a pesar de las ofensas, el funcionario español deseó que las relaciones entre ambos países estén basadas en el respeto mutuo, “como quieren los españoles y los mexicanos, sin este tipo de manifestaciones”. Por ello el canciller español insistió en que ambos países son socios estratégicos a los que unen profundos lazos humanos, culturales, históricos, lingüísticos y económicos. Eso se llama diplomacia señor López Obrador.
La incontinencia verbal de AMLO solo causa problemas, por eso ha logrado ahuyentar hasta el 19% la inversión extranjera. Claro, apoyado por sus torpes iniciativas de reformas a la Constitución que pretenden “incautar” bienes propiedad de inversionistas en materia energética.
López Obrador, sin presentar prueba alguna, solo su lenguaje soez, acusó a empresas españolas como Iberdrola, Repsol y OHL de “promiscuidad económica” ¿Sabrá lo que significa ser promiscuo? Señor presidente López Obrador, como promiscuidad se denomina la conducta o comportamiento de un individuo que cambia con cierta frecuencia de pareja o que suele tener relaciones poco estables. Así pues, la promiscuidad se refiere a la conducta sexual de una persona que continuamente cambia de pareja o compañero.
¿Cabe su soez expresión de promiscuidad en las relaciones comerciales entre el gobierno federal y empresarios españoles? ¿En qué piensa Andrés López cuando profiere sendos insultos? Con esa manera de razonar gobierna un país con más de 120 millones de habitantes.
Seguirían los dislates verbales de AMLO y su pésimo discurso en la mañanera al expresar: “Tenemos relaciones íntimas con el pueblo de España, pero en los últimos tiempos durante el periodo neoliberal, empresas españolas apoyadas por el poder político, tanto de España como de México, abusaron de nuestro país y de nuestro pueblo, nos vieron como tierra de conquista” ¿Otra vez? ¿Relaciones íntimas? ¿Abusan de nuestro pueblo? Presidente con pensamientos libidinosos y promiscuos que llegan al abuso verbal.
Mientras el conflicto diplomático se recrudece, en la Cámara de Diputados, la fracción del PAN, por medio de Mariana Gómez del Campo, Secretaria de Relaciones Internacionales en la Cámara, advierte que son acciones premeditadas del presidente López Obrador, para distraer a los mexicanos de los asuntos de corrupción de su hijo Juan Ramón López Beltrán y la millonaria de su mujer; por lo que intenta desviar la atención.
No le falta razón a la legisladora. Pero los dislates del presidente que rayan en la esquizofrenia cada vez son más preocupantes. Sin razón llevan al conflicto que trasciende las fronteras, perjudica a los mexicanos al desincentivar la inversión extranjera por miles de millones de dólares, cesa en automático la creación de empleos y generación de riqueza. Mientras tanto, López “pausa las relaciones diplomáticas” ¡Por favor, basta de tanta idiotez presidencial!
Héctor Parra Rodríguez