La actividad principal del presidente de la República: criticar, acusar y generar problemas. Además de su falta de sensibilidad para gobernar.
No hay día que no genere polémica por sus torpes y ominosas declaraciones, convertidas en calumnias, difamaciones y mentiras. Conocido como el gobernante que más miente a nivel mundial.
Sus cuentas públicas un desastre, sus obras insignes mal hechas y el derroche del erario a diario.
Después de las cobardes declaraciones del presidente de la SCJN, acusando a la señora Margarita Zavala y familiares, por ser responsables de la tragedia de la Guardería ABC, en la que fallecieron menores. El ministro se vuelve coparticipe de las injusticias (encubrimiento) por guardar silencio por más de una década. Ahora acusa al odiado de Calderón como responsable de ocultar y proteger a la familia de la esposa del expresidente de la República. AMLO, ni tardo y sí perezoso, de inmediato se sumó a la acusación, afirmó que él sí cree en las acusaciones de Arturo Zaldivar Lelo (bastante lelo) Delarrea.
El ministro ocultó los hechos (de ser ciertos) y no denunció ni denuncia, acusa públicamente ahora que vergonzosamente se ha sumado a la 4T. Hasta hoy se atreve a denunciar lo que no hizo durante el sexenio de Calderón, tampoco en el gobierno de Peña Nieto. Esa acción de ocultar hechos que sabía desde entonces, de supuestos delitos, se califica como ilícito, encubrió a supuestos delincuentes, se puede definir como coparticipe ¿Ahora pretende lavar sus culpas o simplemente para cumplir las instrucciones de AMLO? Otro acto más de distracción de los presidentes.
AMLO no gobierna. Luego recrimina al Secretario de Estado Antony Blinken, por estar mal informado o actuar de mala fe, para luego agregar y meter en los dichos, al enviarle el mensaje a Blinken: que aprenda del embajador estadounidense Ken Salazar. Derivado del simple hecho de haber expresado (Ken) que estaba de acuerdo con la iniciativa de la contrarreforma eléctrica. Cuando el embajador no dijo nada más, ni siquiera conoce el contenido de la pésima redacción de la contrarreforma. Manifestación de cortesía política, algo que no logra entender AMLO. Supuso que estaba de acuerdo con el continente de la iniciativa. Así que, se lanzó en contra del Secretario de Estado, cual rufián buscapleitos.
¿En qué momento gobierna López Obrador si solo atina a generar conflictos? Y, en los momentos en que no vocifera anda de campaña o de paseo.
Lo que anticipamos sobre el fraude de la “ratificación de mandato” sigue la misma ruta crítica. AMLO acusa al INE por que solo instalará 57 mil casillas y no las más de 161 mil que instalaron en las pasadas elecciones federales ¿Cómo? ¡Tramposos! Sus diputados y el Secretario de Hacienda y Crédito Público son los responsables. Ellos no aprobaron el presupuesto que presentó el INE para el desarrollo de la consulta popular. Engañan con la “austeridad”, cuando ellos derrochan miles de millones de pesos y el hijo Juan Ramón, gasta millones de pesos y nadie sabe de dónde sale tanto dinero ¿Austeridad?
Todo encaminado al fraude para culpar de cualquier resultado el INE. Como AMLO perderá su consulta, adelanta culpas al INE, cuando que él y su partido son los responsables del bajo número de casillas para que a las y los ciudadanos inscrita en la Lista Nominal de electores, se le dificulte ir a votar el 10 de abril.
A López Obrador no le queda de otra que someterse a sus propios caprichos. Si en verdad gobernara y lo hiciera bien, pretendiera una consulta popular limpia. Pero no, su responsabilidad está ligada a su capricho.
Seguramente AMLO espera el mismo resultado que su amañada consulta para “procesar a los expresidentes de la República.
Por cierto, usted recordará que el mismo que ahora culpa a Margarita Zavala de delitos cometidos hace más de una década, coincidentemente es quien autorizó a López tanto la “ratificación de mandato”, con el pretexto de no confundir a la ciudadanía, como aquella perdidosa trampa de querer procesar a los expresidentes cuando el mismo López puede hacerlo sin consulta. Los 2 actos inconstitucionales los avaló el presidente de la SCJN. No cabe duda que los dos presidentes López y Zaldivar, solo generan problemas y no se dedican a lo suyo; uno a gobernar bien y el otro a respetar la Constitución ¡Par de pillos!
Como AMLO no puede gobernar al país, lo ha sumido en un caos. Y el pelele de Arturo Zaldivar se suma al desgobierno apoyando en la Corte las locuras del presidente de la República; éste, a su vez, dice confiar el Zaldivar. El presidente de la SCJN debe ser acusado, por lo menos, del delito de encubrimiento al no denunciar los supuestos ilícitos de los cuales dice haber tenido conocimiento desde hace más de 10 años. Y tras el ministro, le sigue el mismo presidente de la República.
Héctor Parra Rodríguez