Tras la reunión de la Celac, López Obrador quedó en ridículo al no conseguir su objetivo: acordar la desaparición de la OEA. Los “grandes” de Latinoamérica lo despreciaron (Chile, Brasil, Colombia y Argentina) y los chicos no llegaron a ningún acuerdo, algunos se pelearon con Nicolás Maduro. Conclusión, el presidente confirmó que carece de liderazgo y autoridad moral que lo respalde.
En su desesperación por trascender, ayer jueves en su conferencia mañanera, López Obrador volvió al tema de la política exterior. Vamos, al tema de la diplomacia, del Derecho Internacional y arremetió una vez más en contra de los EUA. AMLO desconoce las normas nacionales, no las cumple, tampoco las respeta, mucho menos las internacionales.
Para entretenerse y olvidarse de las tragedias de las inundaciones y la delincuencia, entre muchos otros, comentó que, según él (no las respeta el mismo López) se tiene que garantizar el principio de no intervención y de la autodeterminación de los pueblos, y reiteró su llamado a que el gobierno de Estados Unidos ponga fin al bloqueo sobre Cuba. Y en casa AMLO golpea a todos sus adversarios. Si en más de 50 años el gobierno de los EUA ha mantenido su política (la cual ha suavizado) de bloqueo en contra del gobierno, que no de los cubanos ¿López piensa que logrará hacerlos cambiar? ¡Eso es intromisión del presidente López!
Según la mitomanía y simpleza que lo caracteriza también comentó: “Yo lo veo con optimismo, porque tenemos que buscar la unidad de todos los pueblos de América. No se puede seguir sosteniendo que “América para los americanos” pensando que América nada más es Estados Unidos, América es para todas y todos los americanos” ¿De dónde le brotan ideas tan torpes?
Seguramente alguien le habló de la Doctrina Monroe, aquella que alguna vez la estudiamos en la carrera de Derecho. Es señalada como el principio de la política exterior de Estados
Unidos de no permitir la intervención de las potencias europeas en los asuntos internos de los países del hemisferio americano. Pero, nació de un mensaje al Congreso norteamericano por el presidente James Monroe el 2 de diciembre de 1823. López vive de la historia. A casi 2 siglos de distancia trae una “Doctrina”, que solo es eso. No cabe duda que la ociosidad del presidente también lo lleva a sus trastornos mentales de la conquista, pretendiendo encontrar “disculpas” a más de 500 años de distancia.
Luego diría: “Ya se debe de hacer a un lado la política de dos siglos, de hegemonía de dominación hacia los pueblos de América Latina y del Caribe. No puede una nación intervenir en las decisiones de otros pueblos, tiene que haber respeto, tiene que garantizarse el principio de la no intervención y de la autodeterminación de los pueblos y tenemos que unirnos” ¿Unirse con López? ¡Para qué? El primer injerencista es AMLO, al pretender obligar al gobierno de Biden, aplique recursos presupuestarios en 3 países de Centroamérica. Derivado del “bloqueo mental” que sufre el presidente de la República, al parecer espera una respuesta (violenta) de los EUA, quien hasta hoy ha ignorado los exabruptos de López, quien tiene la finalidad de seguir molestando.
No se han molestado en responder a la misiva del gobierno mexicano, sobre el apoyo económico a diversas Ongs. A ese grado lo ignoran, mientras Andrés López, continúa con sus “berrinches” argumentando que mandaría otro escrito más para que le den respuesta. En el supuesto de encontrar una respuesta escrita, sabemos en qué consistiría. Simple, ellos están en su derecho de apoyar a organizaciones que desvelan corrupción en los gobiernos (como el de Morena). Lo que tiene que hacer el gobierno de la 4T, es dejar la corrupción a un lado y castigar a los corruptos de su gobierno. Mexicanos contra la Corrupción y la Impunidad, una vez más evidenció el desorden económico y operativo que existe en la Guardia Nacional, eso le incomoda a López Obrador.
Las incongruencias de AMLO seguirían. Pero ni los países de Latinoamérica sigue su juego; excepción de Venezuela, Nicaragua y Cuba, regímenes autoritarios que han destruido libertades, derechos humanos y la democracia en sus pueblos.
El presidente siguió con su discurso placero en el seno del Palacio Nacional, construido por sus odiados conquistadores; lugar en el que fijó sus aposentos para vivir como rey de la Edad Media. López comentaría que: “así como los países de Europa se unieron en un principio en la Comunidad Económica y luego con la Unión Europea, o como lo están haciendo los países de Asia, lo que tenemos que hacer nosotros en América una región económica, comercial, a partir del respeto a nuestras soberanías y se puede”. La ignorancia del presidente la expele por todas las células de su cuerpo.
López jamás podrá comparar (al menos por muchos años más) a los países de la Unión Europea, con los países de Latinoamérica. Seguramente olvidó las causas que originaron el movimiento denominado “Brexit”, promovido por Inglaterra. Y a pesar de la Unión Europea, los problemas campean en todos los Estados que la componen ¿Olvidó lo que ha sucedido en Grecia? Vamos, la idiotez del presidente López, no tiene límites.
Un claro ejemplo es pretender obligar al gobierno norteamericano, a que cumpla el capricho de Andrés Manuel López Obrador. Lamentable papelón del presidente mexicano: Ignorante del Derecho Internacional y las formas de respeto de las relaciones diplomáticas. Y pensar que los EUA dan empleo a más de 20 millones de mexicanos y envían anualmente miles de millones de dólares a sus familias, lo cual directamente ayuda a nuestra alicaída economía ¡AMLO sin liderazgo ni autoridad para exigir! Crece su frustración.
Héctor Parra Rodríguez
Twitter: @HectorParraRgz