Las autoridades reportaron la muerte de 55 migrantes de los miles que cruzan la frontera sur con la anuencia de las autoridades federales. El personal del Ejército Mexicano no cuida la “seguridad nacional”; la Guardia Nacional, bajo la dirección de AMLO, tiene la encomienda de no reprimir, deja pasar a cuanto migrante cruza la frontera; y el Instituto Nacional de Migración, negocia la entrada de migrantes para que lleguen a la frontera norte, a sabiendas que no podrán ingresar a los EUA.
Los denominados “polleros” hacen los traslados de migrantes, los extorsionan y esquilman, muchas de las mujeres son violadas por elementos de la delincuencia organizada. Un jugoso negocio al amparo y protección de las autoridades federales.
De tal suerte que la tragedia de los 55 fallecidos debe imputarse a las autoridades del gobierno de la 4T, coparticipe aquel que pidió apoyara al pueblo, me refiero al propio General Secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González; responsable de cuidar la “seguridad nacional y la seguridad pública”; no cumple con su delicada responsabilidad. Anda metido en política y negocios de la construcción.
AMLO, cual pazguato, apenas expresó sus condolencias a los familiares de las víctimas, en su conferencia matutina en su recorrido político por algunos Estados de la República Mexicana; evadiendo su responsabilidad constitucional y legal, es el responsable de la tragedia. Insiste en que su gobierno no “reprimirá” a nadie ¿Cumplir con su obligación legal es represión? ¡No! Eso se llama responsabilidad criminal. La autoridad es la única y poseedora de hacer uso legal de la “fuerza”, incluso la “letal”, para imponer el orden público, que no significa reprimir. Se trata de conservar el orden, no de reprimir; la semántica de las palabras que pretenden confundir a la sociedad mexicana.
De paso, AMLO aprovecha y critica a las autoridades norteamericanas por no dejar pasar a los migrantes ¿Dónde quedaron los 90 millones de dólares que México obsequió a Guatemala, El Salvador y Honduras? ¿Acaso no era para evitar que los nacionales de esos países se quedaran a “sembrar arbolitos”? Compara al gobierno norteamericano al desgastado “elefante reumático” que es lento para resolver los problemas. AMLO carece de autoridad moral y legal para exigir a las autoridades de los EUA, el paso directo a los migrantes centroamericanos y ofrecerles empleo.
López Obrador también insiste en que el gobierno de Joe Biden aplique miles de millones de dólares a los países centroamericanos para que implemente su “exitoso programa” llamado “sembrando vida”, para evitar la migración y “regalar dinero” a todo aquel que se dedique a sembrar arbolitos. Los migrantes son más pobres que los pobres de México, ellos carecen de tierras para sembrar, si acaso tendrán algunas macetas para plantar legumbres verduras, plantas de chile; no más; mientras que en México, devastan grandes extensiones de tierra para levantar la mano y recibir 5 mil pesos por hectárea, menos el moche de 500 pesos por cada beneficiario, para el fondo de AMLO.
La perversidad de AMLO no tiene límites, siempre lucrando con las desgracias.
En su misma conferencia mañanera ofreció a los familiares de los desaparecidos, que habrá suficiente dinero para localizar a los desaparecidos; aprovechó para instalar otra “Comisión para el Acceso a la Verdad, el Esclarecimiento Histórico, el Impulso a la Justicia de las Violaciones Graves a los Derechos Humanos, cometidas desde 1965 a 1999”. Por supuesto abrió más plazas burocráticas para que busquen a los desaparecidos ¿Y los desaparecidos durante sus tres años de gobierno? Esos no forman parte del “lucro político” de su administración.
Una vieja herencia de justicia, pervertida en botín político. En el palacio de gobierno del Estado de Chihuahua, AMLO se hizo acompañar de sus cómplices de la mentira: Tita Radilla, activista defensora de los Derechos Humanos, luchadora por la justica de las víctimas de los desaparecidos; la Secretaria de Seguridad y Protección Ciudadana, Rosa Icela Rodríguez, los Secretarios de Defensa, Luis Cresencio Sandoval, de Marina, Rafael Ojeda y el Subsecretario de Gobernación, Alejandro Encinas.
Todo un espectáculo político que no tendrá ningún fin mas que el lucimiento con los pequeños grupos izquierdistas de ex guerrilleros de la Liga 23 de Septiembre. Así puso en marcha el infructuoso trabajo de una nueva instancia burocrática dedicada a “resolver los graves crímenes e impunidad que generó la llamada Guerra Sucia”, mientras olvida los más de 100 mil asesinados en su gobierno.
Conclusión. El gobierno de AMLO es el responsable de la muerte violenta de los migrantes y la tragedia que viven otros miles más al tratar de llegar a los EUA, bajo el sordo auspicio del gobierno de la 4T, que permite toda clase de arbitrariedades y abusos, muchos de ellos cometidos por la delincuencia organizada. Pero, como su gobierno no puede “reprimir”, privilegia la doctrina de “dejar hacer, dejar pasar”.
El presidente López Obrador, termina siendo el principal criminal de la tragedia de los 55 migrantes fallecidos y lucra políticamente con ella. Pero, prefiere olvidar a los más de 100 mil asesinados durante su gobierno ¡Y la violencia no cesa!
Héctor parra Rodríguez