Ya no sorprende la tozudez del ignorante presidente de la República en materia del Derecho. Su visión sesgada y amañada de interpretar la aplicación de la justicia por medio del Poder Judicial, es irreconciliable con la justa razón.
En la mañanera de este miércoles 13 de septiembre, una vez más, AMLO arremetió en contra de los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, en su conferencia los acusó de insensibles.
Así se expresó el soez de López Obrador, en razón a perder un juicio ante el SAT: “A los ministros de la Corte no les preocupa, ellos duermen tranquilos. Imagínense lo que representa entregar 1,000 millones, cuántas becas para niños y niñas con discapacidad, vacunas, apoyo a la gente más pobre, son unos insensibles. Porque pueden alegar que la ley es la ley ¿y qué y la justicia dónde queda?”
Rápido olvida el presidente las cantidades millonarias de dólares (30 millones) que obsequió a gobiernos extranjeros, dinero propiedad de los mexicanos ¿Sabe AMLO cuántas becas para niños y niñas con discapacidad, vacunas, apoyo a la gente más pobre dejó de otorgar? ¡Es un insensible! Apliquemos el mismo criterio de su discurso a los actos caprichosos del mismo presidente, sin juicio, sin sentencia alguna que le faculte regalar, dilapidar el dinero de México.
¿Cuántas millones de vacunas en contra del Covid-19 ha obsequiado AMLO a países extranjeros? Esa misma cantidad ha dejado de suministrar a los niños y niñas mexicanas que reclaman por medio de la justicia la aplicación de las vacunas ¡Presidente Insensible!
Así de torcida y sesgada es la visión de la justicia del presidente López Obrador. Solo son justos los actos que él realiza, la aplicación de la justicia por medio del Poder Judicial, no es justicia, según su criterio: es insensibilidad. El populismo del presidente sin fronteras. Una vez más el titular del ejecutivo, hace patente su aborrecimiento a una de las instituciones que en cualquier país libre y democrático sustenta su estabilidad social: la justicia por medio del Derecho.
Además de la crítica por obligarlo a devolver mil millones, vitupera a los ministros: “ellos duermen tranquilos”. Por supuesto que sí, a eso se dedican, a impartir justicia ¿Cómo dormirá el presidente, tendrá feas pesadillas por sus arbitrariedades, por sus abusos, por sus ligas con la delincuencia?
El presidente seguiría con su perorata matutina: “¿Cómo no se van a dar cuenta que se trata de 1,000 millones de pesos? ¿Qué no están ahí para impartir justicia? Eso es un problema que tenemos, entonces, sí se puede llegar a un acuerdo de recuperar recursos, pues ya lo hemos hecho, lo hicimos en el caso del gas, en los reclusorios y otros casos”.
Lo que no precisa y detalla el presidente López que, para llegar a los acuerdos resarcitorios con los “deudores”, primero los amenaza con ir a la cárcel, los intimida, luego acusan penalmente a los familiares de los perseguidos. Esa es la política de la justicia de la 4T: la “ley del garrote”. AMLO aplica la “tortura psicológica y económica” para conseguir sus perversos fines, llenarse de dinero los bolsillos para después hacer con los recursos públicos lo que le plazca. Así de turbia es su “justicia”.
Por eso el presidente López abusa de la tribuna palaciega, bajo su obtuso pensamiento espeta. Desde la cúspide del poder él decide quien es inocente o quien es culpable, quien es bueno o quien es malo. AMLO utiliza el patíbulo de la Edad Media. Él representa al Estado. Así de perverso y rupestre es su pensamiento político, hace gala del abusivo poder que ostenta fuera de la ley. Por la manera ambiciosa, abusiva, ilegal y caprichosa de gobernar, el presidente de la República merece ir a prisión.
Héctor Parra Rodríguez
Twitter: @HectorParraRgz