En Morena no existen reglas para competir, se impone el “dedazo” para decidir candidaturas, al puro estilo del viejo PRI, aunque ahora le llaman de diversas formas, desde “tómbola hasta encuestas”; los dados siempre están cargados, aunque lo nieguen.
Figuras importantes como la de Porfirio Muñoz Ledo, se han quejado de los sucios procedimientos internos; en dos ocasiones lo hicieron a un lado sin darle prueba alguna de haber perdido en la “competencia” interna. Una, cuando buscó la dirigencia nacional de Morena, AMLO se la dio a Mario Delgado, a pesar del resultado que arrojaban las encuestas. Nunca le probaron que hubiese perdido, simplemente “pierden”, sin derecho alguno a conocer la metodología y los resultados.
Luego participó para la reelección en el cargo de diputado federal de Morena, le aplicaron la misma receta y lo dejaron fuera. Perdió y perdió. Ahora es un ácido critico de los abusos que comete AMLO y su partido.
El presidente López Obrador, juega con sus “corcholatas” (como las de aquella película de las ficheras), da nombres y lanza las “corcholatas” cual feria de pueblo, menciona a quienes pueden ser sus posibles sucesores en el cargo. En ninguna de las ocasiones ha referido al coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, curiosamente olvida su nombre, Sin embargo, ha mencionado a personas que ninguna oportunidad tienen.
Ilegalmente y fuera de tiempo AMLO abrió la carrera en la fila de los morenistas para acceder a la candidatura a la presidencia de la República. Y, como López ha omitido intencionalmente el nombre de Monreal, éste decidió “abrirse”, asegurando “estar listo para profundizar el cambio de régimen y la transición política que inició el presidente Andrés Manuel López Obrador”; aseguró estar listo para obtener la candidatura de Morena a la presidencia de la República.
Monreal no está dispuesto a quedarse atrás. “Inteligentemente” no se confronta con el presidente. Faltan muchos meses para el inicio del proceso electoral del 2023-2024. López, sin embargo, apura el proceso para que su partido se posicione antes que cualquier otro. Pero ¿Monreal se brincó las trancas o López le autorizó?
Monreal fue el único que “puso a temblar” a López Obrador, en las elecciones del 20218, cuando no le dio la candidatura a la gubernatura de la Ciudad de México. Andrés tuvo que negociar con el hoy coordinador de la bancada en el senado. Le cedió la plurinominal al senado y la coordinación de la bancada. Monreal venció al segundo a bordo, quien se insubordinó y Martí Batres tuvo que dejar el senado para irse a la secretaría de gobierno de la Ciudad de México.
Monreal es un peso completo en Morena. AMLO lo había ignorado, por esa razón aquel tuvo que levantar la mano este domingo y decir “aquí estoy” ¡Listo! Ricardo logró descuadrar el “círculo” de López Obrador. Muchos “analistas” han ignorado a Monreal y la cargada se ha ido en favor de Claudia Sheimbaum, a quien “placea” el propio presidente, la lleva fuera del territorio que gobierna con el ánimo de acercarla al “populacho”. Ricardo no está dispuesto a volver a ser el segundo, después de Sheimbaum, reclama desde ya el “primer lugar”.
Para colmo de los Morenistas, por gira en el Estado de Chihuahua, Gibrán Ramírez, afirmó lo que todos saben: “Morena, la más autoritaria de México”. Afirmó que los candidatos son designados “por dedazo”. Otro que no está dispuesto a seguir callando, antes ya lo había denunciado. Tanto a él como a su “amigo” Antonio Anttolini, los dejaron fuera de cualquier contienda interna. A Gibrán lo descalificaron en la copetencia por la dirigencia de Morena. En Chihuahua no se “rasgó” las vestiduras, pero sí reconoció a Morena como: ¡“El Partido más autoritario de México”!
No es de extrañar que el presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, actúe de la misma manera. No en balde es el “padre” de Morena. Luego, existe una causa lógica del actuar de la dirigencia de Morena, cuando López dejó la dirigencia en la búsqueda de la presidencia de la República; antes Yeidckol Polevnsky, después el diputado Ramírez Cuellar, hoy Mario Delgado ¡Todo es imposición! La descomposición de Morena sigue su marcha.
López no podrá controlar a su partido una vez que en el quinto año de gobierno su poder pierda fuerza. Por eso el presidente adelantó los tiempos a fin de dejar sucesor en el cargo, al puro estilo priista. Pretenderá controlar al sucesor, una vez que deje la presidencia. La causa de la causa, es la causa de lo causado. AMLO autoritario: Morena autoritaria.
Héctor Parra Rodríguez
Twitter: @HectorParraRgz