Después de haber asegurado que por las obras del tren Maya, no se tiraría “ni un árbol”, el presidente Andrés López Obrador, volvió a quedar como un mentiroso. No cumplió su compromiso.
El “Dictamen Ejecutivo” emitido por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, a cargo de María Luisa Albores González, tercera al mando de la Secretaría, reconoce que sí habrá afectaciones al entorno ecológico de la zona del disputado tramo 5 de las obras del tren Maya.
Recordemos que, con mentiras (es su costumbre) López Obrador ha pretendido defender una de sus obras insignes, incluso bajo aquel falaz argumento insostenible que, quienes están en contra de su proyecto (entonces proyecto) del tren son “grupos opositores” que son financiados por el gobierno de Estados Unidos. A quien le pidió le informen al respecto; lo han ignorado por completo. Solo eso faltaba, que el gobierno de los EUA, tenga que justificar a López el por qué financia a grupos promotores de la transparencia y la democracia. A la fecha sigue esperando la respuesta que no tendrá.
Así las cosas, el titular del Poder Ejecutivo siempre afirmó, sin información técnica que lo respalde, que la obra no dañaría ni cenotes, ni la selva. También sostuvo que contaba con aval para la construcción ¿Cuál aval? Mentiras. Ninguno de sus dos primeros Secretarios, Josefa González Blanco Ortiz-Mena, ni Víctor Manuel Toledo Manzur, le dieron el aval. Sabían de los daños que causaría la obra destructora del medio ambiente.
Y la actual Secretaria María Luisa Albores, fiel a la 4T, dio su aval con base en un Decreto administrativo declarado inconstitucional, emitiendo un “permiso provisional”, para que iniciara la devastación de la selva lacandona.
Ahora reconocen que sí habrá daño en la zona; pero: “de magnitud limitada” ¡Sinvergüenzas!
A AMLO, no le quedó más que reconocer que sí habrá afectaciones a la naturaleza de la zona, daño generado por el tramo 5 del tren Maya. Insisto, ahora concluyen que el impacto final de la obra tendrá una “magnitud limitada”.
Dieron a conocer un “resumen ejecutivo” de la Manifestación de Impacto Ambiental del citado tramo de las obras y actividades. Por fin se desvela que sí provocarán alteración a la calidad del aire por la generación de emisiones a la atmósfera; además, contaminación acústica por el incremento de niveles de ruido; sumado a la modificación del relieve natural; agravado por la afectación al sistema kárstico por hundimientos y derrumbes en las zonas de riesgo kárstico por operación de maquinaria. Toda una tragedia.
La Manifestación también señala daños a la estabilidad edafológica (edafología es la ciencia que trata del suelo únicamente en tanto que medio vital para los seres vivos) por compactación del sueño por el paso de maquinaria, además de otras consecuencias para el suelo por la generación, manejo, almacenamiento y disposición inadecuados de residuos sólidos, líquidos, de manejo especial y peligrosos ¡No podían ocultar lo evidente! Pero, según Semarnat solo serán daños de: “magnitud limitada”. Vaya que son cínicos. Mientras las obras continúan, dañan la flora, la fauna y el sistema acuífero.
Si bien toda la obra ha sido severamente cuestionada desde que se constituyó en un capricho del presidente, las críticas aumentaron y los inconformes crecieron. Se sumaron artistas, actores, activistas y especialistas; todos han solicitado al presidente López que detuviera la construcción; quienes pidieron audiencia la negó y ha desoído las peticiones. Solo críticas a las peticiones pacíficas. AMLO viola la Constitución, como autoridad debe dar respuesta ¿No que el pueblo manda? Mentiras.
La obra está generando afectaciones al entorno natural. Se materializa en las características fisicoquímicas de cuerpos milenarios de agua; modificará o alterará los patrones de drenaje por el movimiento de la tierra, máquinas y camiones remueven, quitan y llevan miles de toneladas de tierra.
Por lo tanto, están modificando la infiltración de aguas pluviales por el cambio de suelo, además la destrucción de la vegetación y la remoción de capa superficial por todos los lugares donde se realizan las obras, también han asentado campamentos humanos y estacionamientos para la maquinaria pesada.
Han alterado el flujo local de todo ¿Saben lo que es la compactación de tierras? Quitan enormes cantidades de tierra milenaria del lugar, luego traen otra que no pertenece a la zona hasta poner tepetate y grava en la superficie (roca quebrada) para llegar a los procesos de compactación. Ese mecanismo “natural” que se realiza para carreteras y obras del tren, sin duda que cambian la permeabilidad del sitio, no habrá filtraciones naturales de agua pluvial.
Además, la criminal remoción o destrucción de vegetación de más de 2 millones de metros cuadrados provocará la reducción de la evapotranspiración (La piel del planeta transpira como la nuestra. Gracias a este proceso, se disipa gran parte del calor que genera la radiación solar. A este proceso se le llama evapotranspiración, y es por medio del cual el agua líquida contenida en la superficie de la Tierra regresa a la atmósfera en forma de vapor).
En síntesis, sí habrá un deterioro irreparable. Aunque AMLO y su dictamen minimice los efectos negativos de su obra, los daños serán de “magnitud limitada”. El presidente López no cumplió, por el contrario, su obra sí está causando daños irreversibles a la naturaleza.
Héctor Parra Rodríguez