Cualquiera puede ser el presunto responsable del atentado en contra de Ciro Gómez Leyva, menos el gobierno de AMLO. Certeza jurídica la declaración del presidente de la República.
¡Bárbaro el cinismo de Andrés López Obrador!
¿Quién en su sano juicio se auto excluye de la probable responsabilidad del atentado en contra del periodista? Ah, pero cualquiera, fuera del círculo de la 4T, puede ser el culpable. Incluso planteó la hipótesis del autoatentado para perjudicar a su gobierno.
Digno de un serio y profundo estudio psicológico y psiquiátrico de la esquizofrénica personalidad del presidente López.
Es tanto su ocio, que en una de tantas mañaneras incitó a que lo denuncien con quien quieran, incluso con el gobierno de España o con Joe Biden. Así de irracional el pensamiento de AMLO, mientras descuida los grandes problemas y teje abiertamente sus redes para apoderarse del control de la SCJN, por medio de su enviada, la ministra Yasmin Esquivel, esposa de José María Riobó, uno de sus principales operadores de los contratos públicos que no se licitan; la quiere para presidir la SCJN.
¿Con qué autoridad se puede denunciar penalmente al presidente López Obrador? Si tiene controlada a Claudia Sheinbaum, a su fiscal Ernestina Godoy y al Fiscal General Alejandro Gertz ¿Con quién? ¡No hay autoridad legal que pueda investigar al delincuente que se autoexcluye de responsabilidad!
La materia escatológica salta por todos lados en el gobierno de la 4T y el presidente López, siempre a la defensiva, culpando a todos de sus perversidades e ineptitudes.
Pronto olvidó “barrer las escaleras”, todo por dedicarse en las conferencias mañaneras a generar enconos, divisiones, acusaciones, vituperios, descalificaciones y olvida su obligación de generar buena gobernabilidad en el país. Y, por supuesto, también se dedica a proteger a cuanto funcionario delincuente abusa de sus atribuciones o se roba dinero del presupuesto ¡El colmo del cinismo! Sus hermanos, son un claro ejemplo del contubernio oficial.
Es tan generoso y libertario, que solo a él lo “atacan” los medios como a nadie ¿Cuándo criticaron a Peña o a Calderón? Dice el engañoso presidente. Los serviles de inmediato se suman y piden que cesen las campañas de hostigamiento en contra del presidente. El senador suplente Cesar Cravioto, suplica a los medios y periodistas que ya no critiquen a su presidente.
Nunca como ahora un presidente de la República se había dedicado a desinformar, a engañar, a delinquir, a culpar a todos de sus miserias. Inaudita la pésima y negativa actitud de un gobernante.
“Puro periodista del régimen”. Así es la visión del retrógrada presidente. No reconoce estar y actuar mal para corregir o enmendar sus gazapos; no, es más sencillo seguir culpando a otros.
4 largos años de ser la “pobre víctima” de la crítica periodística; pretexto que le sirve de sustento para victimizarse y enfocar sus ataques en contra de los medios de comunicación y periodistas incómodos; por eso el ataque a Ciro, por eso México es el país más peligroso del mundo para ejercer el periodismo, por eso en nuestro país han asesinado a más periodistas que en cualquier otra latitud. Todo derivado de la estigmatización que de ellos hace cotidianamente López Obrador. Son claras órdenes a sicarios que siguen sus políticas de odio; “uno ordena y apunta, otros jalan el gatillo”.
La difamación, arma política predilecta de López Obrador. Excluye el debate público y constructivo ¿Derecho de réplica? Para el presidente no existe. Él difama desde la tribuna de la Presidencia de la República, utilizando recursos públicos; claro, después no permite réplica alguna. Un monólogo que domina sin contraparte. Por eso puede darse el lujo de calumniar a cualquiera sin prueba alguna, se sabe protegido por el enorme poder de la Presidencia, goza de inmunidad.
Para AMLO, Ciro Gómez Leyva, es víctima y victimario de si mismo. Todo para afectar a su gobierno. Así es la lógica del perverso y enfermizo razonamiento del titular del Poder Ejecutivo. Psiquiatras y psicólogos coinciden en que, definitivamente el presidente sufre de alguna enfermedad mental que lo incapacita y lo hace sumamente peligroso.
Andrés López Obrador, debiera declarase judicial y oficialmente incapaz por medio de un juicio de interdicción y dejar de gobernar.
Héctor Parra Rodríguez