AÑO NUEVO. PRESUPUESTO NUEVO
Inicia un nuevo y prometedor año, un 2022 que augura mucha actividad económica, política y social en el país. A nivel nacional se intenta colocar una “revocación de mandato” que mucho alegan es, la reelección legal del presidente, otros la supuesta prueba de popularidad y perpetuidad del titular del ejecutivo y otros, simplemente ni se enteran (entre otras muchas opiniones válidas pero que no tomaré como ejemplo porque sería una columna muy larga).
Es un año con actividad económica porque es otro año luchando contra una pandemia que ha cambiado la forma de vivir, pensar, trabajar y hasta de campañear. Por un lado hay quienes se “preocupan” por la economía de las personas pero no dan muestra de ellos, esos que ven primero por el pueblo pero que elevan impuestos que prometieron eliminar. Otros funcionarios tienen ideas sumamente innovadoras y arriesgadas (cómo intentar hacer una criptomoneda, la moneda oficial de una nación) pero que podrán ser mal vistas si no funcionan. Algunos más, con un toque más “socialista” deciden bajar o eliminar algún tipo de contribución. De toda clase de funcionarios hay, todos serán criticados por sus decisiones pero al final, encontraremos un pequeño pero significativo punto de acuerdo: que los que más tienen, más paguen.
Lo anterior podría ser considerado un dogma porque aún cuando tenemos sistemas económicos diseñados para este tipo de circunstancias, la realidad es que quienes más tienen, demuestran porque es que tienen más. Son los principales consumidores, si, pero quizá también, sean quienes tienen más conocimientos de las finanzas y sobre como proteger sus capitales, lo cual deriva en lo que generalmente veremos, el descontento de quienes resultan más afectados y casi siempre son quienes menos tienen.
Será un año con mucha actividad social pues es el año en que el presidente buscará romper con un sistema presidencial consolidado y firme para intentar un ejercicio agresivo de aprobación o rechazo a un funcionario; una actividad que se equipara a una elección pero que simplemente tiene un único fin que es, resolver sobre si “queremos que el presidente termine o no, su mandato”. Esto tendrá consecuencias en cada entidad y muy particularmente en el partido oficial a nivel nacional; todos los comités deberán hacer hasta lo imposible para generar una buena percepción de este ejercicio en el electorado y ello, alimentará el descontento o ánimo de aquellos quienes son afines o “enemigos” de morena y eso, marcará el futuro inmediato para las elecciones futuras.
El último de los puntos es la actividad política de cada entidad. Algunas tendrán elecciones este año y se juegan más gubernaturas. Los partidos comienzan a fracturarse y a dividir fuerzas, por lo que cualquier alianza es endeble si no se trabaja. Algo hay que visualizar de este año electoral a nivel República y es, el hecho de que ya no se pueden hacer campañas a la “antigüita”, con personas de a pie tejiendo redes o movilizando a eventos, es más, ya ni candidato se puede ser sin temer por su vida.
El 2022 es un año de preparación y avance para el próximo año que será el decisivo para las fuerzas políticas.
Si está semana no hable del legislativo es porque realmente fue casi nula su actividad (obviamente no hablaré de los diputados en posadas, esa no es su chamba). La mayor actividad fue: Paul buscando reflectores desesperadamente, Ana Paola que insiste en gestionar y además, comienza a copiar diseños de comunicación social de Andrea Tovar y, al final, Manuel Pozo y Juan Guevara; el primero tiene fuerte presencia en redes y genera actividades de participación con los ciudadanos, el segundo presenta una propuesta interesante vs las adicciones. No olvidemos a Laura Dorantes, quien mantiene redes sociales bien equilibradas entre trabajo y familia.
Los restantes 20 diputados como cualquier ciudadano que guste de las fiestas…de vacaciones. Que siendo objetivos, las merecen como cualquier ser humano.
“Al final, todo sale”