Como ya es costumbre del Gobernador electo, semana a semana nos revela más nombres de quienes irán formando el nuevo gabinete, lo cual es importante para el “circulo rojo” por diversas cuestiones, las que sean y las que quieran o queramos ver.
Es importante pues resulta que cada una de esas personas y perfiles se convertirán en aquellas personas que encabecen la administración de nuestro estados, cada una de ellas con un encargo que le fue delegado por quien encabezará el ejecutivo y que tiene que ver con los perfiles que estaremos viendo activos, preparando los siguientes tres años en los que habrán de convertirse en candidatos.
Evidentemente cada una de las personas que están pugnando por convertirse en parte del gabinete, legal o ampliado, lo hace con una doble finalidad. Lo primero y muy importante es ser titulares de un órgano de gobierno, lo cual suma muchísimo al curriculum de cada persona, puesto o posición que los pone más alto en lo profesional y, en lo político, más cerca de subir un escalón más. Lo segundo que es igual de importante pero que nadie quiere decir (razón por la cual todos buscan acomodo) son los nada despreciables salarios.
El ejecutivo cuenta con una cartera de $39,326,100,768.00 (Treinta y nueve mil trescientos veintiséis millones cien mil setecientos sesenta y ocho pesos 00/100 M.N.), sin contemplar a los organismos autónomos o tribunales administrativos como Fiscalía, Entidad Superior de Fiscalización, IEEQ, Defensoría de Derechos Humanos, Comisión de Transparencia, TEEQ, Tribunal de Justicia Administrativa o el de Conciliación y Arbitraje, de los cuales el nombramiento depende indirectamente del ejecutivo pero con autonomía y a quienes se les a asignado $1,661,946,685.00 (Un mil seiscientos sesenta y un millones novecientos cuarenta y seis mil seiscientos ochenta y cinco pesos 00/100 M.N.) independientes al presupuesto del ejecutivo.
El mismo caso para entidades paraestatales como USEBEQ, CECYTEQ, COBAQ, Instituto del Deporte y Recreación del Estado, universidades y otros, quienes recibieron en el año 2021: $12,704,846,506.00 (Doce mil setecientos cuatro millones ochocientos cuarenta y seis mil quinientos seis pesos 00/100 M.N.) y para las paraestatales del Sector Salud como SESEQ o el Centro de trasplantes que reciben $4,524,477,415.00 (Cuatro mil quinientos veinticuatro millones cuatrocientos setenta y siete mil cuatrocientos quince pesos 00/100 M.N.).
Así podríamos seguir durante varias páginas pero sería mucho más fácil ver el Presupuesto de Egresos aprobado para el año 2021.
Se preguntarán a que quiero llegar con esto y la respuesta esta en la pura nómina. Si, sabemos que muchas personas van a aspirar a seguir en el camino de la política y lo harán desde el lugar en donde se encuentren. Con los sueldos y prestaciones que tendrán en los próximos tres o seis años, se antoja decir que no será necesaria la corrupción. Si esa que tanto menciona el presidente. Pero si vemos más a fondo, será esto lo que verdaderamente despierte al político interior.
Hasta el día de hoy, el Gobernador electo ha dado muestra de que conoce a las personas que formarán parte de su gabinete y, por lo menos desde mi opinión, han sido personas perfectamente capaces y con buena reputación, estoy seguro que los nombramientos que faltan llevarán la misma línea, sin embargo los problemas empezarán cuando se comiencen a formar los equipos de estas personas.
Kuri puede tener toda la intención de hacer las cosas de manera perfecta y sin contratiempos, con legalidad y honestidad y así podrán hacerlo el resto de sus secretarios, pero cuando comienzan a llegar las personas que se convertirán en Directores, subdirectores, coordinadores o, incluso, cualquier otra persona que forme parte del organigrama (aún sin una posición de poder) se comenzará a perder el control por parte del titular del ejecutivo y por consiguiente, serán los miembros de su gabinete quienes deban de controlar a quienes ahora, formen parte de “GEQ”.
Resulta importante para mi poder mencionar esto pues es justo por lo que mencioné letras atrás sobre la corrupción, por lo que se le cataloga a una persona en lo general. Las malas decisiones o el mal desempeño de los funcionarios debería ser corregido de inmediato para evitar cualquier contingencia innecesaria y así, poder llegar al final de su sexenio como casi todos lo esperamos: uno de los gobiernos más posicionados, más visibles, más sólidos y más fructíferos.
“Al final, todo sale”