Segundo cateterismo que le practican a López Obrador. El primero fue el 3 de noviembre de 2013, cuando aprobaron varias reformas a la Constitución en materia energética (educativa y otras) que hoy combate. La segunda intervención se dio el viernes 21 de enero, después de tratar asuntos en materia de energía eléctrica con la Secretaria del ramo de los EUA. Parce que a López no le agradan los temas de energía eléctrica, se altera y le sube la presión.
En ambos casos ha sido atendido “ostentosamente”, nada que ver con la falta de recursos económicos. La primera intervención se dio en el Hospital Médica Sur; la segunda en Hospital de lujo, en la Secretaría de la Defensa Nacional ¿Primero los pobres? Buena campaña mediática, lo cierto que AMLO no sufre por dinero, todo le pagan a pesar de que solo tenga 200 pesos en su cartera.
Han sido más actos protagónicos que problemas de salud. En ambos casos entró y salió caminando a los hospitales. Esta última ocasión Andrés López ingresó el viernes pasado, no descansó, se dio a la tarea de difundir mensajes políticos, entre ellos la locura de su “testamento político”, en caso de llegar a faltar. Para el lunes gozaba de buena salud en su conferencia mañanera. Nada de que preocuparse por la salud del presidente de la República, el teatro es llamar la atención y mediatizar todo.
Muchos se preguntaron ¿Qué es eso del testamento político? ¡Nada! Simple protagonismo al que está acostumbrado López Obrador. Jurídicamente no existe la figura del “testamento político”, luego entonces sería una especie de: “Ay te encargo”. Ni la Constitución ni leyes reglamentarias permiten sucesiones testamentarias políticas de los presidentes de la República. Carece de total validez jurídica la voluntad política de AMLO. El mensaje es político para subordinados y “corcholatas”.
Seguramente es una prueba para sus “corcholatas”. Dejarles recomendaciones en caso de ausencia obligada o voluntaria. La sustitución del Presidente está prevista sin dudas en la Constitución. El problema es ¿quién lo sustituye? Me refiero al nombre de la persona. Simple juego maquiavélico del experto manipulador.
Resulta peligroso imaginar que López quiera seguir gobernando después de abandonar el cargo de Presidente. La intención, sin embargo, fue dada a conocer. Luego seguiría el teatro de AMLO ¡Que el testamento se de a conocer después de su muerte! ¡Que no se detenga la “transformación”!
No todo queda ahí, fue un claro mensaje, orden que deben segur sus fieles seguidores, fallezca o no fallezca. Su 4T debe continuar, lo que se traduce en la destrucción del país al paso que van los morenistas. Bañados en un mar de corrupción e ineptitud.
AMLO desatiende sus obligaciones. Lourdes Maldonado, en su calidad de periodista y quejosa, a inicios del 2019, acudió a la mañanera del presidente para denunciar el acoso, las amenazas de que era objeto por el entonces gobernador morenista de Baja California; había demandado laboralmente al entonces gobernador por despido injustificado y salarios caídos, ganó el laudo; la autoridad laboral obligó a Bonilla al cumplimiento de las prestaciones laborales. Lourdes pidió ayuda al presidente y este incumplió, olvidó la responsabilidad de brindar “protección a periodistas” cuando son amenazados. Ignoró como a tantos otros a Lourdes Maldonado.
El domingo 23 de enero la denunciante y periodista Lourdes Maldonado, fue arteramente asesinada a balazos; una semana antes asesinaron a otro periodista en Baja California.
El presidente, en su conferencia mañanera simplemente dijo que se va a investigar y, que no adelantaran juicios; vamos, que no acusen a su amigo Jaime Bonilla Valdez. Así de simple resuelve los problemas López Obrador. Jaime Bonilla exige a la fiscalía de su Estado, que se esclarezca de inmediato el homicidio.
AMLO exculpa a su amigo al aseverar que “no se puede vincular el asesinato con la demanda a la empresa de Jaime Bonilla” ¿Quién es el presidente para adelantar juicios mediáticos? El presidente López arde en fiebre por acumular las atribuciones de los tres Poderes del Estado; legislar, administrar y aplicar la justicia. Autoritarismo puro el de López Obrador, tendencia a concentra el poder en su persona, es la ruta directa a la dictadura.
Héctor Parra Rodríguez