Para justificar la incapacidad del gobierno federal, el presidente de la República, López Obrador, califica de publicidad de la delincuencia todos los hechos de extrema violencia que llevaron a cabo en los estados de Guanajuato, Jalisco, Chihuahua y Baja California.
Una nueva veta de comunicación social: publicidad terrorista.
El presidente Andrés López no encuentra a quién más culpar de su fallido programa de seguridad pública denominado: “abrazos y no balazos”.
Para él no son actos violentos, muchos menos de terrorismo (que lea el Capítulo VI del Código Penal Federal) la actividad criminal realizada por la delincuencia organizada en aquellos estados, en los que hubo asesinatos, quema de tiendas de conveniencia, quema de autos y camiones, interrupción de vías de comunicación; esos hechos, simplemente se llaman “publicidad, propaganda para llamar la atención”.
Frívola y delincuencial manera de razonar del titular del Poder Ejecutivo.
Los delincuentes bien. Los medios de comunicación mal, se dedicaron a “magnificar” los hechos, dijo el presidente. La soez afirmación del Ejecutivo va en contra de la naturaleza de los propios medios de comunicación, la cual precisamente se funda en difundir hechos: la comunicación.
La “magnificación”, como fueron calificados los hechos por el mismo López, reflejan los actos delincuenciales de los narcoterroristas. AMLO es quien magnifica los sangrientes actos de terrorismo; de acuerdo al criterio del politólogo, esos hechos deberían pasar desapercibidos, inadvertidos por los medios de comunicación; si acaso, refundir la información en páginas interiores de los medios y en letra “chiquita”, de tal manera que los mexicanos no se enteren del pésimo gobierno que no gobierna.
Para complicar más las cosas, la presidenta municipal de Tijuana, Baja California, la morenista Montserrat Caballero, en conferencia de prensa exhortó a los tijuanenses a que cumplan con el “pago de piso” a los delincuentes, para evitar violencia. Reconoce el cogobierno en su municipio de los delincuentes, a quienes hay que pagar estipendios autorizados por la misma presidenta municipal morenista.
Adán Augusto López Hernández, Secretario de Gobernación, presuroso pretendió enmendar la página a Montserrat Caballero, justificando que, seguramente los nervios y la larga jornada de los hechos de violencia, le hicieron cometer el grave equívoco. Adán no esperaba que la presidenta confirmara su dicho.
Segura y posteriormente obligaron a retractarse a la presidenta municipal de Tijuana, para más tarde afirmar que sí fue un error de su parte.
El hecho había sido reconocido y confesado: hay contubernio entre autoridades de Morena y la delincuencia organizada.
Por eso creció la desesperación del presidente López y culpó a los medios de comunicación de la “magnificación” de los actos de terrorismo que llevaron a cabo en 3 estados las bandas delincuenciales. Bueno, el señor que no gobierna, incluso se quejó de los “memes” que se publicaron en su contra.
AMLO está más preocupado por su popularidad que por la buena gobernabilidad.
Y, como el presidente tiene tiempo de sobra para salpicar a medio mundo de sus ineptitudes e irresponsabilidades, volvió a arremeter en contra de quienes lo critican por la tragedia ocurrida en la mina de carbón, concesionarios de la mina ha suscrito contratos millonarios con la CFE. No en balde una doliente le dijo a López Obrador, cuando fue de visita política, creyendo que pronto recatarían a los 10 mineros sepultados en la mina, que era buena su visita para “tomarse la foto”. Y así fue. Los mineros siguen sepultados.
AMLO tiene cansados a los mexicanos con sus mentiras. 3 años 9 meses de gobierno morenista y aún se queja de sus antecesores; no ha querido resolver los problemas y cómo hacerlo si se la pasa en conferencias de prensa, no gobierna, solo acusa y gasta dinero.
La inestabilidad de su gabinete es una muestra de la ingobernabilidad, 14 cambios de personal visibles, entre ellos varias renuncias. Ha preferido a los “leales” que a los capaces; a los “honestos” que a los experimentados en la materia. De ahí su fracaso.
¿Para qué quiere por decreto a la GN bajo el mando de la SEDENA si ya lo tiene de facto? Sería exactamente lo mismo. Coloquialmente, “la misma gata, pero revolcada”.
Las Fuerzas Armadas no están capacitadas para combatir a la delincuencia. Son preparadas para la defensa de la soberanía nacional.
Otro acto más de propaganda del presidente López Obrador, tal y como califica los actos terroristas de la delincuencia. Es publicidad, propaganda para distraer, lo afirma y reconoce el presidente de la República.
Así han sido los casi 4 años de gobierno morenista, sustentados en propaganda gubernamental, publicidad pagada.
Héctor Parra Rodríguez