¡El cinismo morenista!
Necesario expulsar la corrupción del periodismo, lastima y debilita la libertad de expresión.
Morena promovió ante el INE que se sancione al PRD y a Silvano Aureoles Conejo, porque expresó sus intenciones de contender como candidato a la Presidencia de la República. La Sala Superior del TEPJF, dio a conocer el proyecto de sentencia por medio del cual le niega el derecho a Morena, no le da la razón a Morena. Quería, al menos una llamada de atención por medio de alguna medida cautelar.
Mientras hace el ridículo Mario Delgado, López Obrador, hace campaña tanto política como electoral por demás descaradamente desde la tribuna de la Presidencia de la República, en favor de los aspirantes morenistas a la candidatura a la Presidencia.
Simultáneamente 6 aspirantes por Morena se disputan la candidatura; 4 morenistas, un petista y el gris del partido verdoso; contienden por alcanzar el sueño de la candidatura, recorriendo el país, gastando millones de pesos en publicidad. Y así acusaron a Silvano Aureoles y al PRD. Así la doble moral de los morenistas encabezados por AMLO y Mario Delgado.
Las escaramuzas o fintas entre partidos y políticos, intentando doblegar a sus contrincantes antes de que inicie la verdadera contienda electoral. Buscan la descalificación mutua. El INE, no puede contener la embestida del desorden que originó el mismo Andrés López y sigue violentando las normas para posicionar política y mediáticamente a sus “corcholatas”, quebrantando las reglas, ensuciando el juego, haciendo trampas, vituperando, calumniando y todo desde la misma Presidencia de la República.
Por eso la señora Guadalupe Taddei prefiere quedarse callada después de que fue a entregar “su INE” a la voluntad presidencial, quien sin vergüenza alguna se presentó en los salones del Palacio Virreinal, donde cohabita López con su familia. Eso es no tener vergüenza. Se extraña la templanza y conocimiento en la materia de los exconsejeros Lorenzo Córdova y Ciro Murayama. Con la izquierdista todo lo peor se puede esperar, aunque seguramente teme la reacción de la sociedad civil que sigue defendiendo al INE, no a Taddei, por agachona con AMLO.
Dentro del caos político-electoral originado, propiciado e impulsado por el Presidente de la República, se suman a desorden muchos periodistas, quienes, por no perder la “nota” andan a la casa de los “aspirantes”, los promueven y pelean por las entrevistas. Entre ellos está Joaquín López, harto protagónico desde siempre. Aun lo recuerdo cuando pasaba a Gobernación por su “bolsa de pan”; dentro de ella había dinero que recibían algunos periodistas en pequeñas bolsas.
Claro que jamás lo reconocerán, así son algunos en el medio periodístico y vaya que lo conozco desde dentro muy ben.
Joaquín López suele ser igual de soez que AMLO, golpeador en las entrevistas. Dueño de la verdad. Regaña a sus invitados, los exhibe, no los deja hablar. También amante del poder, no en balde se le conoció a la prensa como el “cuarto poder”. Descalifica y califica según su “amplia experiencia” de pugilista en el ring mediático. Inclina sus preferencias en relación a sus intereses “contractuales”.
Por ejemplo, López, o sea Joaquín, no le ve viabilidad al Frente Amplio por México y tunde a los dirigentes de los partidos políticos, con enjundia descalifica tanto al dirigente del PRI, como al del PAN y del PRD. Pareciera que solo él y nadie más que él sabe el camino para el triunfo en las elecciones del 2024.
Joaquín busca la nota para él, para su empresa; también miente en cuanto a los supuestos millones de seguidores en sus redes sociales, en todas se mete, se promociona. Es u negocio, no es filántropo de la información, es negociante de la comunicación.
Ayer martes, Joaquín López despotricó en contra de Xóchitl Gálvez, porque no aceptó la entrevista con el periodista, refirió que pronto cambió, allá ella, se la pierde. O sea, la entrevista con Joaquín es obligada, de lo contrario también es vituperado aquel que no puede asistir o tomar el teléfono. La “estrellita” de la radio se molestó. Xóchitl se justificó por la carga de su agenda de trabajo, quien ya recorre el país, razón por la cual le era imposible la entrevista en el momento programado por el entrevistador. Eso fue más que suficiente para que descalificara a la senadora Gálvez.
También impera el autoritarismo en el medio periodístico y Joaquín López es experto en practicar la misma actitud del propio López Obrador.
Así las cosas, no solo se generan conflictos entre políticos, también con uno que otro periodista pedante que cree ser dueño de la verdad y poseer autoridad “moral” para obligar a quienes les place acepten las entrevistas, so pena de castigarlos por medio del micrófono.
Otro cáncer que debe erradicarse. También desde esas trincheras se ejerce el autoritarismo y la corrupción; el periodismo debe ser objetivo, profesional, desinteresado; siempre apegado a la verdad, no a los intereses personales ni empresariales, tampoco sujetarlo a los valores económicos del mercado de la información.
Vaya que conozco a muchos que se han enriquecido con el uso de malas prácticas del periodismo: la corrupción. El bien mayor, proteger la libertad de expresión.
Héctor Parra Rodríguez