2024: viviremos tiempos interesantes
Hola amigas y amigos, hoy tengo el enorme gusto de iniciar esta columna llamada Cuádruple Hélice, que tiene como objetivo el de dar voz a la cuarta hélice, la ciudadana.
Les cuento que originalmente, el concepto se llamó triple hélice y surgió como un modelo de innovación en las empresas, con el fin de crear sinergias positivas que posibilitaran el aceleramiento de productos innovadores que transformaran rápidamente los mercados y de alguna forma sorprendieran a las sociedades, con formas más eficientes de hacer las cosas: un ejemplo icónico fue el celular, que sorprendió al mundo al posibilitar conectar muy eficientemente a las sociedades, a través de un equipo que ya no sólo funcionaba como un teléfono, sino que en realidad es una poderosa computadora, que a través de la conexión a internet, lleva comunicación, geolocalización, mensajería, entretenimiento, almacenamiento de imágenes y archivos de todo tipo a través de un dispositivo amigable, que cabe en la palma de la mano.
Con el tiempo, ese modelo de la triple hélice mostró una de sus limitaciones, que por mucho que lo quisieran, en las empresas, la academia y los gobiernos, la innovación estaba constreñida a las personas y equipos que se dedicaban a la innovación, y fue en ese momento que se dieron cuenta que en la sociedad civil había un océano azul de posibilidades ilimitadas de innovación que se estaba desperdiciando, y fue allí que nació el concepto de Innovación Abierta, que incorporó a la gente, a la sociedad abierta, en otras palabras: a la cuarta hélice (la de la ciudadanía de a pie). A partir de ese momento el concepto de innovación salió de los laboratorios de las empresas, universidades y departamentos de desarrollo de los gobiernos, a la sociedad abierta, haciendo a las personas usuarias parte de las innovaciones, maximizando así la probabilidad de éxito y adopción de las innovaciones. Un ejemplo de ello han sido las leyes de movilidad y desarrollo urbano, que en el siglo pasado estaban centradas en sacar a la gente de los centros urbanos a los suburbios y privilegiando al automóvil como medio de transporte por excelencia. Cuando en este siglo XXI los gobiernos municipales empezaron a preguntar a su ciudadanía qué modelo de ciudad querían, se sorprendieron con las respuestas de las nuevas juventudes urbanas: querían ciudades más humanas, que pudieran disfrutarlas como si estuvieran en el campo, donde hubiera grandes zonas verdes y que pudieran transportarse con una mayor libertad, además de hacer ejercicio y mejorar su salud. Eso lo entendió perfectamente la alcaldesa de Paris, Anne Hidalgo, que llegó al poder en 2014 con una campaña para transformar París en una ciudad mucho más humana y que pusiera al centro a las personas y no a los coches, el resultado esta ya a la vista y debido en gran manera a su liderazgo innovador y de resultados, Anne Hidalgo se reeligió por otros seis años en 2020 con una amplia mayoría.
Este 2024 viviremos en México y en Querétaro las elecciones más grandes y esperemos más concurridas de nuestra historia y espero que la cuarta hélice (la Ciudadana) haga su aparición de una forma estridente y disidente, y que realmente se aleje de la polarización ideológica en que los partidos mayoritarios quieren convertir este proceso, proponiendo a la sociedad proyectos innovadores, basados en la cuádruple hélice, que se vuelvan vehículos de esa capacidad de transformación innovadora de la ciudadanía mexicana y que sepa defender sus causas sociales a la queretana: haciendo puentes y haciendo política de altos vuelos, reclamando su lugar en los poderes legislativos y en mesas de co-gobernanza en los poderes ejecutivos a lo largo y ancho de nuestro país.
Waltter López, Vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico