Avances, retos y retrocesos en materia de derechos humanos en Querétaro
Por Waltter López, Vocero del Frente Queretano por el Derecho a la No Discriminación y el Estado Laico
Hola a todas las personas que leen esta columna #CuádrupleHélice. En esta ocasión, el título de la columna fue tomado de la mesa de diálogo que con motivo del Día Internacional de los Derechos Humanos -este 10 de diciembre-, fue organizado por el Observatorio Estatal de Derechos Humanos UAQ y por Bajo Tierra Museo del Agua, en el auditorio de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UAQ. Fue interesante notar que las personas invitadas a esa mesa de diálogo pertenecen a la hélice académica y a la hélice de la ciudadanía participando en organizaciones de la sociedad civil, por lo que sus comentarios reflejaron el balance de los Derechos Humanos que esas dos hélices de la Sociedad Queretana están haciendo a finales de 2024, justo a la mitad de la administración del gobernador Mauricio Kuri.
Por la hélice Ciudadana, estuvieron César Zafra, vocero del Parlamento Abierto Ciudadano, Claudia Romero Herrera de Bajo Tierra Museo del Agua y Héctor Adrián Rangel Juárez de la Red Estatal de Paz y por la hélice académica estuvieron Amós García Montaño del ITESM campus Querétaro, Guillermo San Román Tajonar del Laboratorio Universitario de Seguridad y el moderador y coordinador del Observatorio estatal de derechos humanos UAQ, Gerardo Cantú Sanders.
César Zafra destacó como un avance manifiesto, la emergencia del poder de la cuarta hélice (la ciudadanía participando en organizaciones de la sociedad civil), en la toma de decisiones políticas colectivas, y la capacidad de ponerse en el radar político queretano como una fuerza emergente diferenciada de la clase política profesional, pero también de la visión limitada a sindicatos, organizaciones clientelares o grupos profesionalizados.
Claudia Romero compartió su evaluación de que a nivel local no se produjeron avances en justicia social, reducción de la desigualdad o de reparación hacia las luchas en defensa del agua o el territorio, también comentó que este año se ha continuado con eventos represivos y el cierre del espacio público a las disidencias, especialmente en el caso de las mujeres y las personas indígenas.
Adrián Rangel Juárez de la Red Estatal de Paz, identificó como grandes retos la polarización social, los elevados niveles de violencia y el incremento acelerado de la población en el Estado, sin armonización de políticas públicas, que colocan a Querétaro en el lugar 16 del índice de Paz nacional, cuando hace algunos años, el Estado estaba en los primeros 5 lugares. También comentó que Querétaro todavía puede revertir esa situación ya que todavía aparece en el cuarto lugar en el índice de Paz Positiva, es decir, todavía existe una solidez institucional y resiliencia social que da margen para hacer los cambios necesarios en las estrategias de seguridad, justicia, impunidad y corrupción, para satisfacer la necesidad de la ciudadanía de vivir en Paz.
Guillermo San Román Tajonar señaló que los recientes episodios de violencia en Querétaro, como las masacres en Los Cantaritos y el Mezcalito, no son sucesos aleatorios, sino parte de un contexto de degradación vinculado a decisiones estatales en materia de seguridad. También indicó que con base en la ENVIPE 2024, Querétaro enfrenta desde 2020 un aumento en la vulnerabilidad ciudadana a ser víctima de delitos y en la desconfianza hacia sus autoridades.
Amós García Montaño, remarcó que la prevalencia de prácticas corruptas en la vida pública se apoya de la polarización política y la segregación social, en que la partidización de esos fenómenos dificulta su denuncia y reprobación pública, que terminan afectando el ejercicio de derechos y elevando la impunidad.
La conclusión general fue que en Querétaro el balance de los Derechos Humanos es de claroscuros. Se identificaron como principales desafíos la concentración de poder en la política nacional, la polarización social y el debilitamiento de la función institucional como la desaparición de organismos autónomos. Y se destacaron las oportunidades que brinda la organización y la incidencia política ciudadana, y los ejemplos de colaboración con la hélice académica que han podido impulsar leyes y políticas públicas benéficas para la colectividad, así como convertirse en un referente de evaluación y de discusión en los espacios públicos e institucionales.