La marcha del pasado sábado 15 de noviembre (#15N) convocada por los jóvenes de la generación Z (nacidos entre 1996 y 2010) y más allá de cuantos jóvenes marcharon, de cuantas personas asistieron, de las críticas y burlas de la presidenta y de sus paleros morenistas, me parece que la marcha represento un éxito enorme por varias razones, entre ellas las siguientes:
- Fueron millones los jóvenes Z que por medio de las redes sociales se enteraron de los motivos de la marcha. Jóvenes que en su mayoría compartieron el repudio a la complicidad de los gobernantes con el crimen organizado, que rechazan la corrupción gubernamental y la violencia, manifestaron su apoyo también en las redes sociales (recordemos que para los jóvenes Z las redes sociales son como las calles y plazas donde los adultos de mayor edad solemos manifestarnos).
La magnitud de la respuesta de los jóvenes fue tan grande y tan profunda que la presidenta le dio un espacio en la denominada “mañanera”. Espacio en el que la presidenta intento -sin lograrlo- intimidar a algunos de los jóvenes Z convocantes. Por el contrario, exhibir su fotografía solo logro darles más publicidad y enardecer aún más a millones de jóvenes que al observar como algunos de ellos eran agredidos, también se sintieron agredidos.
- Los jóvenes Z se dieron cuenta que las descalificaciones y etiquetas que la presidenta y sus paleros morenistas quisieron imprimirle a los jóvenes convocantes son absolutas mentiras. Como lo era el que ellos mismos fueron catalogados como bots, negándoles su existencia terrenal. Entre las mentiras del oficialismo están: Que estaban patrocinados por organizaciones de ultraderecha internacionales y que detrás de ellos estaban los partido políticos de oposición, que lo que querían -y quieren- es desestabilizar al gobierno para regresar al poder y recuperar su privilegios.
En otras palabras, cientos de miles de jóvenes Z se dieron cuenta que la presidenta y sus paleros morenistas mienten al descalificar y etiquetar a quienes piensan diferente, a quienes levantan la voz o se manifiestan en las redes sociales.
Así las mentiras oficialistas poco a poco se van cayendo.
- Cientos de miles de personas que creían que los jóvenes en general no estaban al pendiente de los asuntos públicos, se dieron cuenta de que una mayoría de ellos si lo están. En otras palabras, quienes pensaban que la mayoría de los jóvenes ni se enteran de lo que pasa en el país se dieron cuenta de que estaban equivocados.
- Y quizá la razón mas relevante es que los jóvenes Z se dieron cuenta de que su voz si es escuchada, apoyada por la ciudadanía y temida por los gobernantes



