Ni en la verdad ni en el honor.
No se puede entender el que la máxima casa de estudios de Querétaro se niegue, por sus gónadas, a otorgarle una vía de titulación a un alumno. Ni el mandato de un juez es suficiente para mover la soberbia de algunos académicos.
En el curso de la semana trascendió en medios de comunicación la solicitud que hiciera un juez de distrito de amparo y juicios federales para que, después de varios intentos, se le otorgara una ceremonia de titulación a un alumno de la Licenciatura en Medicina Veterinaria. La última fecha fue el 26 de agosto, ¿y qué cree? Los sinodales sencillamente no asistieron.
¿Por qué esta forma de actuar tan zafia de estos académicos? Mire que haber promovido amparos para evitar presentarse como sinodales es de plano ya una actitud por demás gamberra.
¿Y a todo esto, dónde está la Rectora? La Doctora suele tener una opinión para todo, pero de esto ha hecho mutis. Y muchos creímos que la etapa oscurantista de la UAQ había quedado en el periodo del hoy senador. Estábamos equivocados.
¿También se tolerarán estos dispendios de soberbia?
En la mentira y en la deshonra.
Se debería de profundizar en la justicia, en ocasiones en éstas situaciones hay personas detrás de bambalinas, removiendo sentimientos destructivos , mientras mueven los hilos permanecen invisibles, consiguiendo que una universidad se ponga a sus pies y mueva sus intereses.
Una Universidad como la nuestra debería estar al servicio de la justicia, porque si no que tendremos de sociedad?
A sido muy triste este asunto, por una parte ver como un muchacho con una destacada trayectoria académica ha sido señalado, juzgado y sentenciado por la misma autoridad, el alto desempeño de este joven demostrado y reflejado en el promedio final, su resultado en el examen EGEL al ubicarse dentro de los primeros 5 lugares a nivel nacional, y por si fuera poco, su tesis como aportación para la vacuna Quivax que tanto ha sido anunciada, todo esto nos ha hecho dudar desde un inicio, ¿porqué tanta saña de las autoridades involucradas? llegar incluso al extremo de desobedecer el mandato de un juez federal. Tapar el sol con un dedo. Muy muy triste por el joven y por la propia universidad, ya que se refleja lo que está sucediendo al interior de nuestra muy querida UAQ.