Trascendió que, aunque lo tenían bien guardado, ya no pudieron esconder lo que es un reflejo de la baja calidad de miembros del “califato” de Gilberto Herrera. Cuentan que, hace dos semanas, la ex diputada Laura Polo le ganó por mucho a la mismísima presidenta del partido, Gisela Sánchez Díaz de León, en su propia sección, la 475.
El hecho de que la líder del partido ni siquiera pueda ganar en su territorio es la prueba más contundente de que su estructura va en picada. El voto de castigo es más que una simple derrota; es una cachetada que revela lo débil que está el “califato” desde sus propias entrañas.