Una vez más, la Fiscalía General del Estado se encuentra en la polémica con colectivos de activistas de género. El pasado 3 de noviembre, la maestra Gema, arquitecta y docente del Tecnológico Regional de Querétaro, fue asesinada a manos de su pareja, lo que generó conmoción en sectores educativos y en los colectivos de género, quienes exigieron a la Fiscalía una investigación profunda, exhaustiva e inmediata que llevara al feminicida ante la justicia.
Afortunadamente, el presunto responsable, su pareja sentimental, fue detenido en una acción certera y eficiente de la FGE. Sin embargo, nuevamente la dependencia decidió generar controversia al iniciar la carpeta de investigación por el delito de homicidio y no por feminicidio.
Ahí comienza la polémica y las preguntas: más allá de los procesos técnicos y jurídicos, que sabemos son estrictos, ¿era realmente necesario abrir otro frente con los colectivos? ¿No había elementos suficientes para iniciar la carpeta de investigación por feminicidio desde el principio?
El fiscal no entendió que hace apenas dos semanas fue cuestionado a nivel nacional por haber iniciado una carpeta por homicidio en el caso de la niña Esmeralda. No se comprenden sus decisiones, especialmente cuando, hace tan solo 15 días, el propio fiscal vivió en carne propia la viralización de su imagen y sus acciones en una vorágine de redes sociales que pusieron a Querétaro, al gobernador y al fiscal en el ojo del huracán del enojo social a nivel nacional.
El caso de Esmeralda se viralizó tanto en el enojo colectivo contra la FGE, que solo se resolvió porque intervino la presidenta de la República. Todos fuimos testigos de cómo el fiscal se doblegó ante la 4T, y su única defensa fue el argumento más pobre que se podía ofrecer: “Yo soy nuevo en el cargo, y todo fue culpa del anterior”.
El caso de Gema ya ocurrió bajo su administración, y ahora, ¿cuál será su salida si el tema escala en los colectivos y en las redes sociales?
Parece que los funcionarios públicos viven en una burbuja que no les permite ver el contexto, la realidad y la dinámica de la sociedad. El caso de Esmeralda dejó en evidencia que los funcionarios están completamente alejados de la realidad que viven millones de mexicanas.
No es posible que la institución de justicia más fuerte del estado esté bajo la lupa por dos acciones propias, lo que evidencia su poca capacidad para prever escenarios políticos y sociales. Dos acciones polémicas justo cuando estamos a 17 días de celebrar el Día Internacional para Eliminar la Violencia contra las Mujeres. Se requiere más escucha y sentido social, y menos tecnicismos.
LA COORDINACION SE NOTA
El jueves 7 de noviembre se registró un hecho de violencia en el Centro Sur de la capital, el cual, a diferencia de episodios similares anteriores, fue distinto porque brilló la coordinación entre las dependencias estatales y municipales de seguridad y justicia.
Sí, no solo operativamente fueron rápidos y eficientes, sino que también las instituciones como la POES y la SSPM trabajaron de manera coordinada, tanto en la búsqueda, detención e información del caso, algo que hace meses no se notaba.
La verdad es que, cuando las instituciones de seguridad juegan en equipo, se nota, pues con liderazgo y coordinación, los resultados siempre serán más positivos. Pero cuando los egos y las divisiones de grupo se anteponen, también se nota, y para mal de nuestro estado.
Después de un octubre que inició violento, se infiere que las cosas negativas no van a dejar de suceder, pues hoy en día tenemos un gobierno federal más interesado en perpetuarse en el poder y en derrumbar instituciones que en atender seriamente la gran mayoría del territorio nacional que está en llamas, como el estado vecino de Guanajuato, donde la presidenta anunció una intervención en seguridad, sin que hasta ahora se noten resultados efectivos.
Es evidente que Querétaro no es ajeno a los fenómenos delictivos y a la movilidad de los estados vecinos. Solo un ciego no entendería que Querétaro es, evidentemente, víctima del golpe al avispero que dio el gobierno federal.
Sin embargo, a pesar de lo anterior, nuestro estado mantiene índices de percepción de seguridad muy por encima de cualquier estado vecino, y la prueba está en las encuestas de ENSU y ENVIPE.
¿Y cuál ha sido la fórmula? La coordinación de todas las instituciones de seguridad y justicia en los diferentes órdenes de gobierno. Y esto, aunque le duela a los activistas y políticos de MORENA, fue reconocido durante tres años por el expresidente Andrés Manuel López Obrador, quien el pasado 5 de enero de 2024 pidió a los expertos en seguridad que analizaran el caso de Querétaro por la manera en que mantienen los índices de seguridad en lo más alto.
Solo queda esperar que la coordinación y el trabajo en equipo se mantengan, porque hay que enfrentar todavía la época del año con mayor actividad: Buen Fin, aguinaldos, feria y compras de Navidad… y entonces sí, sigamos defendiendo Querétaro.
POR FIN ALGUIEN DE MORENA DICE LA VERDAD
La Senadora Beatriz Robles se sinceró y arremetió contra el Gobierno Federal y la Secretaría de Educación Pública que encabeza Mario Delgado. El pasado 6 de noviembre en la reunión de la Comisión de Educación del Senado de la República, de la cual forma parte, la que fuera titular de la oficina de enlace educativo en nuestro estado cuestionó algo que es por todos sabido, principalmente por quienes estudian en las Universidades del Bienestar Benito Juárez, no hay manera de que los egresados reciban su título y su cédula que los acredite como profesionistas, lo que ya es un verdadero problema no sólo en Querétaro sino en todo el país.
Recordó que las Universidades del Bienestar, de las cuales se supone que hay dos en Querétaro, en los municipios de Ezequiel Montes y San Joaquín, no pertenecen al sistema educativo nacional y sería bueno que se incorporarán. Otra gran verdad de doña Bety, efectivamente esas universidades son una incógnita presupuestas, académica y administrativa, solo la Federación a través de la Secretaría del Bienestar sabe de su existencia y no comparte información ni con la SEP, según reconoció la senadora morenista.
Otro tema que quiso cuestionar fue el de las escuelas de tiempo completo en Querétaro. Recordemos que la pasada administración federal eliminó este programa que mucho ayuda a los estudiantes y los padres de familia. Doña Bety dijo estar muy preocupada de que los niños se queden mas horas en la escuela sin un plan de lo que hacen durante esas horas. Según ella, hay muchos padres de familia preocupados porque a falta de plan a sus hijos les pase algo, por lo que propuso que sea la SEP la que tomé el control de dicho programa.
La senadora tiene corta memoria y sus asesores no la mantienen informada. En primer lugar, fue el gobierno federal del partido al que pertenece el que eliminó el programa en todo el país. Y lo que solicitó en la reunión de la Comisión de Educación lo anunció la presidenta Claudia Sheinbaum desde su toma de posesión, el regreso del programa de las escuelas de tiempo completo que eliminó su antecesor. El programa regresa justo porque lo demandan los padres de familia, algo que en Querétaro siempre se entendió y por eso se mantuvo.
Finalmente, como si no supiera que la falta de crecimiento de matricula en educación pública, sobre todo en los niveles de media superior y superior, tiene que ver con presupuesto, la senadora se extraño de que no se cumplan los principios de gratuidad y universalidad en el sistema educativo.
Suena bien en el discurso todo eso de gratuidad y universalidad pero resulta imposible en la practica si la decisión es eliminar los programas de apoyo para construcción de infraestructura y se reducen los presupuestos asignados por parte del gobierno federal en materia educativa. Para el partido que representa la senadora, el presupuesto atiende a una lógica política, no técnica. Por eso se redujo el dinero para construcción y mejoramiento de escuelas en todo el país. Es mas rentable entregar becas que construir infraestructura de país. Justo por eso no puede crecer la matricula, porque morena ha recortado el presupuesto para la educación.
Los reclamos y preocupaciones de la senadora morenista van dirigidos, pues, al gobierno federal. Hay que reconocerle a Doña Bety que al menos por esta vez decidió hablar con la verdad, algo raro en ellos.