Al inicio de este sexenio todas las bancadas en el Congreso de la Unión dieron luz verde al gobierno de AMLO, para que las Fuerzas Armadas Permanentes, hicieran frente al crimen organizado. ¿Cuál fue el resultado a seis años de distancia? ¡Total fracaso! El crimen organizado se fortaleció a todo lo largo y ancho del país.
Luego entonces, el remedio no dio resultado. Ello se confirmó con las declaraciones del general comandante de la Zona Militar del Estado de Sinaloa, quien afirmó que la violencia en ese estado terminará cuando los grupos delictivos antagónicos así lo resuelvan. Mientras tanto, los militares y la Guardia Nacional son simples espectadores de la violencia. La sociedad a merced de la delincuencia. AMLO insistió e insistió en adscribir a las fuerzas civiles de seguridad pública, la Guardia Nacional, a la Secretaría de la Defensa Nacional.
Constitucionalmente no lo logró en sus casi 6 años. En los hechos así estuvo funcionando y tampoco dieron resultado en el combate a la delincuencia del fuero federal; total fracaso. El índice delictivo aumentó y los homicidios casi llegan a los 200 mil en el sexenio perdido. AMLO desacató e incumplió con la Constitución, así como el general Secretario de la Defensa Nacional, quien cumplió lo ordenado por su comandante y con ello incumplió con la Constitución. En campaña prometió regresar a las fuerzas armadas a sus cuarteles, tampoco cumplió. Dada la tozudes del presidente, volvió a promover la reforma a la Constitución para adscribir la fuerza civil de seguridad pública a la Secretaría de la Defensa Nacional. Esta vez sí tiene las dos terceras partes en las Cámaras para aprobar lo que antes repudió como estrategia de los gobiernos del PAN y del PRI.
Expriístas como Eruviel Ávila, exgobernador del Estado de México, quien antes se negó a dicha reforma, ahora integrante de la bancada del Verde Ecologista, aprueba la respalda, todo porque el ejército mexicano goza de prestigio, argumentó. El prestigio no resuelve los problemas, la eficiencia y eficacia sí. Una legisladora morenista, dado el cinismo que les caracteriza, advirtió a la oposición en su discurso, que aprobaran la reforma, porque “tal vez necesitaran” a la Guardia Nacional. El servicio de la seguridad pública es una obligación, no una concesión gratuita. Así de serviles, cínicos y torpes.
La señora Rosa Icela Rodríguez, al frente de la Secretaría de Seguridad Pública y Seguridad Ciudadana, nunca tuvo el carácter ni mando de la Guardia Nacional y cómo lo iba a tener si de “mucama” pasó a dirigir una fuerza de 120 mil hombres y mujeres aproximadamente. Solo sirvió para dar informes en las mañaneras. Otra razón más del fracaso en el combate a la inseguridad pública ¿Acaso intencional? AMLO más bien ordenó abdicar a las fuerzas armadas para evitar “masacres”, según él. En realidad, fue para proteger a los grandes cárteles. Lo afirmó en varias ocasiones cuando dijo directamente a los guardias que habría que “respetar los derechos humanos de los delincuentes”.
Nunca denostó a los líderes de los cárteles, como sí lo hizo en contra todos de sus enemigos políticos. Regla de conducta diametralmente distinta en el trato a los delincuentes y a sus enemigos políticos. Respeto al delincuentes; persecución a los enemigos políticos.
Finalmente, AMLO tendrá lo que siempre quiso. Simplemente reformar la Constitución para que el ejército continúe haciéndose cargo de la seguridad pública; el fracaso seguirá. Es evidente que los elementos del ejército no son preparados para brindar seguridad pública ni perseguir delitos ni delincuentes. Habrá que empezar de cero para capacitarlos y educarlos en las aulas en materia jurídica.
En forma aparejada a dicha reforma AMLO también envió iniciativa para modificar la ley de armas de fuego y explosivos. Endurecer las penas en contra de la sociedad civil que ose tener armas de fuego exclusivas para el ejército. Reducir, incluso, armas de juego como las de aire para que el ciudadano no tenga acceso a ellas. Desarme total para los civiles. Mientras que las Fuerzas Armadas Permanentes se fortalecen y por supuesto la delincuencia. El “pueblo” a merced de la delincuencia y de las fuerzas armadas. Totalmente desprotegido.
Y si osa poseer un arma para su defensa, tendrá penas más severas ¿Por qué actúa el gobierno de AMLO en contra de que el “pueblo” se defienda? Mensaje claro. No quiere un levantamiento social. Desde el sexenio de Luis Echeverría Álvarez, cambió la política de las armas de fuego. Antes de podían adquirir sin mayor problema. Había armerías en todas partes. Entonces no había tanta violencia.
Ahora que el “pueblo” está desarmado, que no hay la menor posibilidad de comprar y poseer armas de fuego para la defensa del hogar, resulta que la violencia se exacerbó. Sin lugar a dudas que la política del desarme en México no ha sido la correcta. En los EUA está permitida la compra de armas de fuego y no hay tanta violencia como en México, en dónde sí está prohibida la venta de armas.
El iluso y tramposo de Marcelo Ebrard Casaubon, siendo Secretario de Relaciones Exteriores, demandó a las armerías estadounidenses para que indemnizaran a México, dado que la violencia y muerte en nuestro país era generada por las armas producidas en los EUA ¿Cuál fue el resultado? Perdió. La pantomima no funcionó. Ahora que las Fuerzas Armadas tiene el control de las aduanas, las fronteras y la seguridad pública, es cuando más armas de altísimo poder hay en México. Llegó el terrorismo a nuestro país. Luego entonces, es simple la conclusión. El personal del ejército o es incapaz de brindar seguridad pública o está coludido con el crimen organizado. No hay otra explicación lógica. Pero, el espectáculo mediático ha sido el motor de este gobierno. Toda una gran farsa y le funcionó a la perfección. Héctor Parra Rodríguez