Al ser la primera de muchas he de explicar, primero, sobre lo que se va a tratar en estas letras. Existen muchos analistas, consultores, periodistas, comunicólogos, licenciados, estrategas, políticos y demás profesionales del medio, que se dedican a leer, pensar, razonar y escribir sobre el contexto político de nuestra entidad.
Muchos lo hacen en medios escritos, muchos lo hacen en cafés y tertulias, sin embargo, el grueso de los escritores y opinólogos, se expresan en las líneas de la digitalización (sin dejar de lado el modo más antiguo de comunicación, la oral),
Si bien es cierto que muchas de las expresiones vertidas en las páginas digitales, la mayoría de ellas nacen en la boca de los propios interesados. Me explico. En la política se dan diversas expresiones de ideologías para las múltiples aspiraciones que tienen las personas, sin embargo, lo importante del asunto no es que quieran, si no como lo van a conseguir.
Ya se que lo primero que pensamos es en una campaña política, en una estrategia “de tierra”, en un equipo de trabajo multidisciplinario y quizás muchas cosas más, pero casi siempre olvidamos las cosas que, a la larga, resultan más contundentes que una campaña con un equipo inmenso y recursos económicos inagotables. Me refiero a las verdaderas tácticas, esas que se utilizan tanto en lo digital como en lo práctico; en redes sociales, en discursos públicos, en debates o entrevistas, etc.
Es precisamente esa parte de la que hablará la presente. De pequeñas, muy pequeñas, casi imperceptibles cuestiones políticas que pasan desapercibidas para la razón de muchos, pero no para el inconsciente de la mayoría. En esta columna ni se ataca ni se critica ni se alude a nadie, se aporta y se opina, es todo.
Uno de los temas más importantes y probablemente de mayor interés en el circulo rojo, es el lenguaje no verbal. El lenguaje corporal juega un papel fundamental en la comunicación política, ya que puede ser tan importante como las palabras que se utilizan para transmitir un mensaje. A continuación, se presentan algunas de las razones por las que el lenguaje corporal es importante en la comunicación política:
Complementa y refuerza el mensaje: el lenguaje corporal puede complementar y reforzar las palabras utilizadas en un discurso político, haciendo que el mensaje sea más convincente y efectivo; Transmite emociones y actitudes: el lenguaje corporal puede ser utilizado para transmitir emociones y actitudes, lo que puede ser especialmente importante en la política, donde se busca establecer una conexión emocional con la audiencia y; Impacta en la percepción pública: el lenguaje corporal puede tener un impacto significativo en la percepción pública de un político.
En resumen, el lenguaje corporal es esencial en la comunicación política porque puede complementar y reforzar el mensaje, transmitir emociones y actitudes, y tener un impacto significativo en la percepción pública de un político.
Habiendo expresado lo que pudieron leer, es importante comentar que lo que aquí comenzará a correr, es la expresión sobre los análisis que se irán haciendo de algunos de los actores políticos del estado, con comentarios objetivos y opiniones relacionadas con el avance de la táctica política; todo contextualizado sin alusión personal ni mucho menos, con animo de herir a ninguna persona.